4 de marzo de 2025

¿CUÁL ES LA VERDADERA RELIGIÓN? Evangelio miércoles de Ceniza 5 de marzo 2025


¿CUÁL ES LA VERDADERA RELIGIÓN?                                        Evangelio miércoles 5 de marzo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre de ustedes que está en el cielo.
 
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
 
            Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
            Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres.
 
Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.” °°° Mateo 6, 1-6. 16-18.
 
            La verdadera religión la debemos vivir de cara a Dios, buscando la gloria de Dios, haciendo la voluntad de Dios, permitiendo que sea Dios quien edifique y santifique nuestras vidas. El Maestro de Nazareth propone una religión centrada en Dios. Una religión que tiene como base la caridad y la misericordia. Una religión que logra su objetivo cuando no busca el rating de los demás, los miles de seguidores en redes sociales, impactar y llamar la atención de los demás. La religión del Nazareno se mueve en lo secreto, bien dice el evangelista: “Tu Padre que ve en lo secreto te lo recompensará” (Mateo 6, 18).
 
            La regla de oro que Dios enseñó a la humanidad es “La Conversión”. Es el medio más eficaz para vivir la fe. Se lograr vivir el mayor acontecimiento de la fe, pero desde la conversión. Por ejemplo. Para vivir el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, es obligatorio estar preparados desde la penitencia y la conversión.
 
El profeta tuvo toda la razón cuando propuso: “Convertíos a mí, todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras.” (Joel 2, 12). Una religión se vive más desde lo profundo del corazón y menos desde la apariencia social.
 
Los católicos nos preparamos espiritualmente para celebrar la pasión, muerte y resurrección del Hijo de Dios. Este proceso lo denominamos CUARESMA Desde el siglo IV en nuestra Iglesia tenemos esta oportunidad para preparar nuestras vidas desde la penitencia, el ayuno, la abstinencia, las obras de caridad. Nuestro miércoles de Ceniza tuvo su inicio en el siglo X de la historia. El rito consiste en la bendición, imposición de la Ceniza. La fórmula para imponerla es de origen bíblico. Por ejemplo: “Eres polvo y al polvo volverás” (Génesis 3, 19) “Conviértanse y crean en la Buena Nueva” (Marcos 1, 14).
 
            Nos ilumina espiritualmente para entender la Cuaresma, el misterio de Jesucristo en el desierto. Jesucristo se prepara para una gran misión y lo primero que se le ocurre es vencer al tentador, que es el diablo, en beneficio nuestro. “No tentarás al Señor tu Dios” (cfr. Catecismo Iglesia Católica, 540)
            Nuestra Cuaresma Católica inicia el miércoles de Ceniza y culmina con la Eucaristía de la Cena del Señor. Mientras corre este tiempo, podemos distinguirnos como católicos, para cumplir con las obras de caridad y de penitencia. (cfr. Catecismo, numeral 1438).
 
            El Papa Francisco nos pide en esta CUARESMA 2025 caminar juntos en la esperanza y descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria. 
            Se trata de caminar: Sería un buen ejercicio cuaresmal confrontarse con la realidad concreta de algún inmigrante o peregrino, dejando que nos interpele, para descubrir lo que Dios nos pide, para ser mejores caminantes hacia la casa del Padre. Este es un buen “examen” para el viandante.
 
            Juntos: La vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales. Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios. El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos. Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios (cf. Gálatas 3, 26-28); significa caminar codo a codo.
 
            En tercer lugar, recorramos este camino juntos en la esperanza de una promesa. La esperanza que no defrauda (cf. Romanos 5, 5), mensaje central del Jubileo , sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual. Como nos enseñó el Papa Benedicto XVI en la Encíclica Spe salvi, «el ser humano necesita un amor incondicionado. Necesita esa certeza que le hace decir: “Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios.
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