8 de septiembre de 2022

UN DISCÍPULO Y SU COMPORTAMIENTO ÉTICO Evangelio Viernes 9 de Septiembre 2022


UN DISCÍPULO Y SU COMPORTAMIENTO ÉTICO              
Evangelio Viernes 9 de septiembre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el santo Evangelio: “Dijo Jesús a los discípulos una parábola: «¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Un discípulo no es más que su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "¿Hermano, déjame que te saque la mota del ojo” sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.» Lucas 6, 39-42.  
 
            La ética de un creyente define el ser y la misión de su discipulado. El asunto no se centra en que un Maestro no pueda llamar la atención a su discípulo. Sino que se complementan muy bien, la ética del discípulo, el buen ejemplo del discípulo, la corrección fraterna en el discipulado y el hecho de abrirse a un nuevo estilo de vida comunitaria propuesta por el Maestro de Nazareth: Te corriges primero, mides tus palabras, piensas la manera como te vas a dirigir a los demás y lograrás encontrar el camino correcto de la misión.
 
            El programa misionero de Cristo no es una utopía. Es la propuesta de un mundo nuevo, una vida digna, un respeto por los derechos, un cumplimiento de los deberes, unos principios éticos y morales que se cumplan en toda la tierra.  Un cambio social de cara a Dios y al espíritu de su Santa Palabra.  El mundo necesita de la luz de Dios, de hombres y mujeres que seamos luz para los demás; de creyentes que aprendamos a darle la mano a los demás, a superar las mismas debilidades, mirando en primer lugar las nuestras.
 
            El Papa Francisco aclara muy bien el camino que debe seguir un buen discípulo de Cristo para vivir sabiamente: un guía no puede ser ciego, sino que debe ver bien, es decir, debe poseer la sabiduría para guiar con sabiduría, de lo contrario corre el peligro de perjudicar a las personas que dependen de él. Así, Jesús llama la atención de aquellos que tienen responsabilidades educativas o de mando: los pastores de almas, las autoridades públicas, los legisladores, los maestros, los padres, exhortándoles a que sean conscientes de su delicado papel y a discernir siempre el camino acertado para conducir a las personas.
 
Es muy importante no caer en la tentación de ser presuntuosos e hipócritas:  Siempre escondemos nuestros defectos, también a nosotros mismos; en cambio, es fácil ver los defectos de los demás. La tentación es ser indulgente con uno mismo ―manga ancha con uno mismo― y duro con los demás. Si creo que no tengo defectos, no puedo condenar o corregir a los demás. (cfr. Ángelus 3 de marzo 2019).
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https://youtu.be/Yja-ay6_nOk