14 de septiembre de 2022

EL DOLOR TIENE VALOR SALVÍFICO Evangelio Jueves 15 de Septiembre 2022


EL DOLOR TIENE VALOR SALVÍFICO             
Evangelio Jueves 15 de septiembre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.” Juan 19, 25-27.
 
            El dolor y el sufrimiento, tienen un valor salvífico. El sufrimiento se entiende desde la misma persona de Jesús, no tiene razón de ser, cuando no se lucha por una noble causa; no tiene base cuando no nace de un interés común. No logra su objetivo, porque no persigue la gloria de Dios. No lo podremos vivir, hasta que no se convierta en un bien necesario: “Es necesario que el Hijo del hombre, caiga en manos de los hombres”. (cfr. Lucas 9, 22). 

Alguien le oraba a Dios diciendo: “Quítame el dolor; Dios responde, tú lo debes dejar. Concédeme la paciencia; Dios responde, es el resultado de la tribulación. Líbrame del sufrimiento; Dios responde, los sufrimientos te alejan de los afanes de este mundo.
 
            La Santísima Virgen es un perfecto modelo, de aquella persona que sabe asumir el dolor y el sufrimiento. Los católicos, desde el punto de vista de nuestra liturgia tenemos dos oportunidades para detener el tiempo y pensar en el dolor desde el ejemplo de nuestra querida Señora. La primera en la semana de la pasión y muerte de su Hijo. La segunda, en el mes de septiembre, pensamos en Nuestra Señora de los dolores. El Papa Benedicto XIII extendió la fiesta de la Virgen de los dolores y el Papa Pío VII propuso la fiesta de la Virgen de los dolores, después de la fiesta de la Santa Cruz. 
 
            Detengamos nuestro pensamiento en los dolores de la Santísima Virgen María: El primero, La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús. (cfr. Lucas 2, 22-35). El segundo, La huida a Egipto con Jesús y José. (cfr. Mateo 2, 13-15). El tercero, la pérdida de Jesús. (cfr. Lucas 2, 41-50). María se encuentra con Jesús camino al Calvario (IV Estación del Vía Crucis) (cfr. Juan 19,25).  

          El quinto, La crucifixión y la agonía de Jesús. (cfr. Juan 19, 17-39) El sexto, La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto. (cfr. Marcos 15, 42-46)   El séptimo, El entierro de Jesús y la soledad de María. (cfr. Juan 19, 38-42).  Nos arrodillamos ante la Cruz con María y pedimos que comprendamos, como ella comprendió, el misterio que transforma el corazón del hombre y que transforma al mundo. 
 
            El Papa Francisco afirma que la Dolorosa es discípula y es madre. La Virgen nunca pidió nada para sí misma, nunca. Sí para los demás: Acompañó a Jesús como discípula, porque el Evangelio muestra que siguió a Jesús: con sus amigas, mujeres piadosas, seguía a Jesús, escuchaba a Jesús. (cfr. Homilía, 3 de abril 2020). 
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https://youtu.be/5rs49EBQQxQ