EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS
Evangelio Martes 13 de septiembre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el Santo Evangelio: “Iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a alguien hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: «No llores.» Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se detuvieron) y dijo: «¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!» °°° Lucas 7, 11-17.
El
sufrimiento se entiende desde la misma persona de Jesús, no tiene razón de ser,
cuando no se lucha por una noble causa; no tiene base cuando no nace de un
interés común. No logra su objetivo, porque no persigue la gloria de Dios. No
lo podremos vivir, hasta que no se convierta en un bien necesario: “Es
necesario que el Hijo del hombre, caiga en manos de los hombres”, dice la
Escritura. (cfr. San Juan Pablo II, Salvifici Doloris, 8).
Es cierto que la muerte no tiene
la última palabra. La experiencia con el resucitado es motivo de gozo, de
paz, de alegría, de fe, de cumplimiento de las promesas de un Dios Padre, de un
Dios Hijo, de un Dios Espíritu que se quedó para permanecer con nosotros. La Palabra lleva consigo un poder
creativo, un poder regenerador, una gracia santificadora, una fuerza de
conversión, una luz infinita, una voz de esperanza, una resurrección a la vida
y encuentro con todos aquellos que creen en esa Palabra.
El Papa Francisco enseña el poder
que tiene la Palabra de Dios, para transformar la vida de una persona.
Tiene el poder sobre la vida y tiene el poder sobre la muerte. Dice el santo Padre: La Palabra es viva y
eficaz porque, “en efecto, desde el principio ‘Dios dijo y fue’. Y en la
plenitud de los tiempos, Jesús nos ha dado palabras que ‘son espíritu y vida’”.
“Con la Palabra, Él dio nueva vida a corazones apagados, como el de Zaqueo y al
publicano Mateo”. Así, puso de relieve que cuando el Señor dijo a estos
personajes bíblicos, “sígueme”, ellos los siguieron.
“La Palabra de Dios es
cortante”, “Es miel que da la dulzura consoladora del Señor, pero también
es espada que lleva una inquietud saludable al corazón. “La Palabra divina
escruta los pensamientos y los sentimientos”, “El Verbo de vida también es
la verdad y su palabra hace la verdad en nosotros, disipando falsedades y
dobleces. (Encuentro, miembros sociedad
bíblica americana, 13 de octubre 2018).
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/jG3-wbvZsnM
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