UN CRISTIANO ES UN TESTIGO DE LA LUZ Evangelio Lunes 19 de Septiembre 2022

UN CRISTIANO ES UN TESTIGO DE LA LUZ            
Evangelio Lunes 19 de septiembre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el Santo Evangelio: “Dijo Jesús a la gente: «Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.» Lucas 8, 16-18.
 
La Sagrada Escritura prueba suficientemente que existen personas que no escuchan adecuadamente la Palabra de Dios. Por ejemplo: hay algunos que escuchan la Palabra, les gusta la Palabra, le dedican tiempo a la Palabra, pero no logran la madurez que el Salvador del mundo desea. Se supone que Dios desea que demos frutos y perseveremos en cada una de las notas de su Palabra que vamos aprendiendo.
 
Se hace interesante la idea del Maestro, invitándonos a ser mensajeros de su Palabra, como luz que iluminamos todos los sitios donde nos encontremos. Algo así como sal de la tierra y luz del mundo. (cfr. Mateo 5, 13-16). Un buen comunicador de la Palabra de Dios, debe gozar de un excelente sistema de audio. Afirma el texto sagrado: “El que tenga oídos que oiga” (Mateo 13, 9). 

El excelente profeta enseña que Dios pone en alerta nuestros oídos para que escuchemos dócilmente su Palabra, así no daremos paso atrás. (cfr. Isaías 50, 4-7). Dichosa será aquella persona que escuche la Palabra de su Maestro y descubra que la misericordia es el ideal de vida y el criterio de credibilidad de la fe. (cfr. Mateo 5, 7).
 
El Papa Francisco enseña que, si no dejamos entrar la luz en nuestro corazón, en su lugar, entrará la oscuridad. Jesucristo nos habla de un candelero, eso es luz. El Evangelio dice que el misterio de Dios es luz y que la luz vino al mundo, pero la oscuridad no le dio la bienvenida. Un cristiano es un testigo. Un cristiano no puede sino mostrar la luz que lleva dentro. Si un cristiano prefiere su propia oscuridad a la luz de Dios, entonces falta algo. 

La oscuridad entra en su corazón porque le teme a la luz. Un cristiano no gana, pierde. En realidad, pierde para ganar algo más, y con esa derrota gana a Jesús. La ganancia de un cristiano es convertirse en testigo de Jesús. (cfr. Homilía, 28 de enero, 2016).
 
            San Pedro explica muy bien el ser y la razón de ser de un testigo de Jesucristo en el mundo: “Nosotros somos testigos de todo lo que hizo Jesús en el país de los judíos y en Jerusalén. Ellos lo mataron, colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió poder manifestarse, no a todo el pueblo, sino a testigos escogidos previamente por Dios: a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos.” (cfr. Hechos 10, 34. 37-43).
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https://youtu.be/-UeyI-0cu4M