MARÍA, ESPERANZA Y AURORA DE LA SALVACIÓN
Evangelio jueves 8 de septiembre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Afirma el santo Evangelio: “El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.» °°° Mateo 1, 18-23
El dogma de la
Inmaculada Concepción nos permite ubicarnos en la manera especial en que fue
concebida la Santísima Virgen María: Tuvo un papá y una mamá, Joaquín y
Ana. La manera de la concepción fue especial y única. Nuestra querida Madre del
cielo, desde un primer momento, desde antes de su nacimiento, ella fue dotada
de la Gracia de Dios, fue redimida desde su concepción. (Catecismo numerales
490 – 491). San Joaquín y Santa Ana, fueron santos esposos padres, tuvieron la
responsabilidad de concebir a la Virgen María.
San Juan Pablo II compuso una
oración solemne para destacar el nacimiento de la Virgen María. El santo Padre, habla de la Virgen
naciente, esperanza y aurora de la salvación. La Virgen fiel que
siempre estuvo dispuesta y solícita para acoger, meditar y conservar la Palabra
de Dios. La Virgen potente, supo dar al mundo testimonio alegre de la
esperanza cristiana. La Virgen Clemente, abrió su corazón materno a las
invocaciones de la humanidad. (8 de septiembre, 1980. Frascati, ciudad de la
provincia de Roma).
El hermeneuta bíblico afirma que: “Para
realizar la reconciliación de los hombres, Dios preparó a una mujer, llenándola
de gracias especiales para que fuera la Madre de Dios. La libró del pecado
original y de todo pecado, desde el primer momento de su existencia y siempre
fue santísima. Esa Mujer, María, sería la Madre de Dios y por ello, auténtica
Madre nuestra.”
El Papa emérito Benedicto XVI hace elogio al nacimiento de la Virgen María, desde la teología bíblica: Afirma el santo Padre, que la fecha del 8 de septiembre es el día en que en Jerusalén fue consagrada la basílica construida sobre la casa de santa Ana, madre de la Virgen. el ser de María es totalmente relativo a Cristo, en particular a su encarnación. "Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo" (Mateo 1, 16). (cfr. Homilía, 7 de septiembre 2008).
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