JESÚS ES EL MESÍAS, A ÉL DEBEMOS SEGUIR Evangelio Jueves 22 de Septiembre 2022
JESÚS
ES EL MESÍAS; A ÉL DEBEMOS SEGUIR Evangelio
jueves 22 de septiembre 2022 Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué Dice
el santo Evangelio: “El virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a
qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había
aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos
profetas. Herodes se decía: «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de
quien oigo semejantes cosas?» Y tenía ganas de ver a Jesús.” Lucas 9, 7-9. Una persona entiende, confiesa y
pregona la fe en el Maestro de Nazareth, porque ha escuchado la Palabra y ha
podido discernir las obras del Hijo de Dios.El camino se vuelve complicado cuando no
coincide el entusiasmo con las exigencias del seguimiento del Hijo de Dios; y
mucho más cuando la opción de estar en las cosas del Señor no son luz para
todos aquellos que nos rodean. No se trata de despreciar, no se trata de
desconocer el sentido familiar, grupal o social; se trata de un estado de
conciencia prioritario, hay que aprender a darle a Dios lo que es de Dios,
no se le puede exigir a Dios lo que yo no he puesto de mi parte, no se puede
esperar de Dios lo mejor, cuando mi escala de valores espirituales no lo ubican
a Él en primera instancia. Seguir a Jesús es una gran aventura, es un
compromiso personal, es generar una multiplicidad de servicios tan útiles
para la sociedad, es consagrarse para una gran misión. Ser discípulo es revestirse de
Cristo, y tener sus mismos sentimientos y actitudes.Ser discípulo de Jesús tiene un precio y hay
que asumirlo. Jesucristo es consciente de su propia misión: Es la misma que su
Padre celestial le encomendó. “Aquí estoy oh Dios para hacer tu voluntad”.Un creyente se compromete directamente con
la misión de su Maestro. La mayor exigencia del Salvador del mundo es el camino
de la Cruz (cfr. Mateo 10,38). Y un amor que sea superior a cualquier acto
generoso y amoroso con nuestros semejantes (cfr. Mateo 10,37). El asunto se
complica cuando una persona tiene dos maneras de pensar o decidir
simultáneamente. El libro sagrado preguntará: ¿Quién hizo la voluntad de Dios?
Alguien dice voy a trabajar en la viña de Dios, no quiero, después se
arrepiente y va. Otra persona responde, si quiero ir a trabajar a la viña de
Dios, pero no va, nunca llegó. (cfr. Mateo 21, 28-32). El Papa Francisco comenta tres
llamados de Jesucristo para que lo sigan a Él: La mayor exigencia del Salvador
del mundo es el camino de la Cruz (cfr. Mateo 10,38). Y un amor que sea
superior a cualquier acto generoso y amoroso con nuestros semejantes (cfr.
Mateo 10,37). El primero, la persona le dice te seguiré donde vayas, el
cristiano debe ser una persona itinerante. El segundo, responde, permíteme ir a
enterrar a mi padre; el primado de Dios está por encima de las realidades
familiares. El tercero, pide al Maestro, despedirse de su familia; el
seguimiento del Maestro exige arrepentimiento y no mirar hacia atrás. (cfr.
Ángelus 30 de junio 2019). (cfr. Lucas 9, 51-62). SI
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