21 de septiembre de 2022

JESÚS ES EL MESÍAS, A ÉL DEBEMOS SEGUIR Evangelio Jueves 22 de Septiembre 2022


JESÚS ES EL MESÍAS; A ÉL DEBEMOS SEGUIR              
Evangelio jueves 22 de septiembre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el santo Evangelio: “El virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía: «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?» Y tenía ganas de ver a Jesús.” Lucas 9, 7-9. 
 
            Una persona entiende, confiesa y pregona la fe en el Maestro de Nazareth, porque ha escuchado la Palabra y ha podido discernir las obras del Hijo de Dios.  El camino se vuelve complicado cuando no coincide el entusiasmo con las exigencias del seguimiento del Hijo de Dios; y mucho más cuando la opción de estar en las cosas del Señor no son luz para todos aquellos que nos rodean. No se trata de despreciar, no se trata de desconocer el sentido familiar, grupal o social; se trata de un estado de conciencia prioritario, hay que aprender a darle a Dios lo que es de Dios, no se le puede exigir a Dios lo que yo no he puesto de mi parte, no se puede esperar de Dios lo mejor, cuando mi escala de valores espirituales no lo ubican a Él en primera instancia. Seguir a Jesús es una gran aventura, es un compromiso personal, es generar una multiplicidad de servicios tan útiles para la sociedad, es consagrarse para una gran misión.
 
            Ser discípulo es revestirse de Cristo, y tener sus mismos sentimientos y actitudes.  Ser discípulo de Jesús tiene un precio y hay que asumirlo. Jesucristo es consciente de su propia misión: Es la misma que su Padre celestial le encomendó. “Aquí estoy oh Dios para hacer tu voluntad”.  Un creyente se compromete directamente con la misión de su Maestro. La mayor exigencia del Salvador del mundo es el camino de la Cruz (cfr. Mateo 10,38). Y un amor que sea superior a cualquier acto generoso y amoroso con nuestros semejantes (cfr. Mateo 10,37). El asunto se complica cuando una persona tiene dos maneras de pensar o decidir simultáneamente. El libro sagrado preguntará: ¿Quién hizo la voluntad de Dios? Alguien dice voy a trabajar en la viña de Dios, no quiero, después se arrepiente y va. Otra persona responde, si quiero ir a trabajar a la viña de Dios, pero no va, nunca llegó. (cfr. Mateo 21, 28-32).
 
            El Papa Francisco comenta tres llamados de Jesucristo para que lo sigan a Él: La mayor exigencia del Salvador del mundo es el camino de la Cruz (cfr. Mateo 10,38). Y un amor que sea superior a cualquier acto generoso y amoroso con nuestros semejantes (cfr. Mateo 10,37). El primero, la persona le dice te seguiré donde vayas, el cristiano debe ser una persona itinerante. El segundo, responde, permíteme ir a enterrar a mi padre; el primado de Dios está por encima de las realidades familiares. El tercero, pide al Maestro, despedirse de su familia; el seguimiento del Maestro exige arrepentimiento y no mirar hacia atrás. (cfr. Ángelus 30 de junio 2019). (cfr. Lucas 9, 51-62).
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https://youtu.be/tVny3yM8ZbU