GUARDAR SILENCIO ES UNA VIRTUD Padre, Jairo Yate Ramírez.
26 de enero 2023.GUARDAR SILENCIO ES UNA VIRTUD “Hay bajo el sol un momento para todo, y un tiempo para hacer
las cosas. Tiempo para callar, tiempo para hablar, tiempo para amar, tiempo
para la paz. (Qohéleth 3, 1. 7) Orientador: Padre Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
Año 2023PENSEMOS
EN EL VALOR DEL SILENCIO María
Santísima es una excelente mujer del silencio La
esperanza es un componente esencial de la existencia humana. Sin ella sería
imposible vivir.María se convierte en modelo de fe,
esperanza y caridad. María es el modelo perfecto de la vida cristiana, es la
Madre del sacrificio, del silencio, de la oración, de la perfecta entrega, de
la generosidad, de la grandeza y nobleza de corazón. La
esperanza cristiana no se alimenta de falsas ilusiones, su base es la Palabra
de Dios y la presencia de Cristo en medio de la humanidad. El Papa Francisco
enseña que Jesús es el autor de la esperanza: La esperanza es una virtud
arriesgada, una virtud, como dice San Pablo, de una ardiente expectativa
hacia la revelación del Hijo de Dios (Rom 8, 19). No es una ilusión"
(Homilía de Santa Marta, 29 de octubre de 2013). María Santísima es modelo perfecto
del silencio sabe callar, sabe guardar silencio, sabe escuchar, sabe responder
desde el profundo silencio. REFLEXIONA MOMENTOS DE
MARÍA SANTÍSIMA ANTE EL SILENCIO
La
Virgen María se queda en silencio ante la respuesta de su Hijo:Dice el santo Evangelio:"Su madre le decía: «Hijo, ¿por qué nos
has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te
buscábamos.» Él les contestó: «¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo
estar donde mi Padre?» Pero ellos no comprendieron esta respuesta." (Lucas
2, 48-50). María
Santísima obedece en silencio, el deseo de su Hijo.Dice la Sagrada Escritura: Al tercer día se
celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús.
También fueron invitados a la boda Jesús y sus discípulos. Y, como faltase el
vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino, Jesús le respondió: Mujer,
¿qué nos va a ti y a mí? Todavía no ha llegado mi hora. Dijo su madre a los
sirvientes: Haced lo que él os diga. (Juan 2, 1-11). San Juan
Crisóstomo decía: “No sería necesario recurrir tanto a la palabra, si nuestras
obras diesen auténtico testimonio" María Santísima se destacó por su
profunda meditación y silencio. Mujer de pocas palabras y más testimonio.
María permitió que hablaran más sus obras, su manera de ser, sus reacciones que
las mismas palabras.
María Santísima se queda en
silencio ante el acontecimiento de su embarazo. "María quedó muy
conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo.
Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de
Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo" (Lucas 1, 29-31). La
Virgen María guardó silencio a lo largo de la vida de Jesús de Nazareth,
dejó que su Hijo cumpliese la misión. Buen ejemplo de la Virgen Para enseñarnos
a guardar silencio y no estar opinando a todo momento. María Santísima
nuevamente aparece en silencio después del acontecimiento del Pentecostés.
Admirable su silencio ante la espectacular obra de su propio Hijo. María Santísima es considerada
históricamente la mujer del silencio. El Padre Ignacio Larrañaga escribe
una obra que titula “La virgen del silencio”. Dice el padre: “Madre del
silencio y de la humildad, tu que vive perdida y encontrada, en el mar sin
fondo del misterio del Señor. Eres disponibilidad y receptividad, eres fecundidad
y plenitud, eres atención y solicitud, estás vestida de fortaleza.
María Santísima es mujer que
enseña y forma desde el silencio a lo largo de su vida. Vivía en silencio,
cumplió su misión en silencio, recibió en silencio el anuncio del Ángel san
Gabriel. Mientras su hijo recorre palestina y cumple su misión, la Virgen se
queda en silencio, no sabemos de su vida. Su vida la conserva en silencio y
discreción. Alguien dijo en la historia: “Virgen María Santísima, Nuestra
Señora del Silencio. Tus silencios son tus mejores enseñanzas, son
silencios que gritan que se clavan dentro. Enséñanos a saber callar. Vivimos en
unos momentos, en que todos quieren hablar, gritar y perorar.” San
José no entiende lo que está pasando, se queda en silencio. El ángel de
Dios le indica lo que debe hacer, cómo debe actuar ante ese impacto. “José su
marido que era un hombre justo y no quería denunciarla, decidió dejarla en
secreto °°° El ángel le dice: José hijo de David, no tengan ningún reparo en
recibir en tu cada a María tu mujer” (Mateo 1, 19-20). El
silencio de María Santísima permite: ESCUCHA DECISIÓN Y ACCIÓN Escuchar
merece todo el grado de atención.Quien escucha en silencio, medita y permite que el Espíritu de Dios le
indique el camino a seguir, será un bienaventurado de Dios.El Papa Francisco indica el camino de Dios
para nosotros, con tres actitudes de la Virgen María: La primera, María sabe
escuchar, es atenta, guarda la voz de Dios. (cfr. Lucas 1,36). La segunda,
capacidad de decisión: María no vive de prisa, conserva las cosas y las
medita. (cfr. Lucas 1,34). La tercera, la acción. María sale de viaje,
tiene claro lo que Dios le pide, por eso van sin demora, no tarda, lo hace.
(cfr. Lucas 1,39). María
escucha, decide y actúa. (cfr. Homilía 31 de mayo 2013).María, mujer de la escucha, abre nuestros
oídos; haz que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las mil
palabras de este mundo; haz que sepamos escuchar la realidad en la que vivimos,
cada persona que encontramos, especialmente aquella que es pobre, necesitada,
en dificultad. Escuchar y poner en práctica la
Palabra de Dios, es el programa de vida para un cristiano. Para Dios es muy
importante que las personas aprendan a escuchar. Quien escucha entiende,
comete menos errores, es alguien obediente. Dice la Sagrada Escritura: “El que
tiene oídos para oír, que oiga” (Mateo 11,15). “Todos deben estar listos para
escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse.” Santiago 1,19).
SOCIALIZACIÓN ¿En
qué consiste el silencio, según la Virgen María? ¿Qué otras virtudes gana
una persona que conserva más el silencio? Explica
la siguiente frase:Tus silencios son
las mejores enseñanzas. ¿Cómo
podrías combinar el silencio con el testimonio de vida? Enseñanzas del Evangelio ante el silencio Muchas personas buscaron al Nazareno en el silencio. Dice
la Escritura: Partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una
casa quería que nadie lo supiese, pero no logró pasar inadvertido, sino que, en
seguida, habiendo oído hablar de él una mujer, cuya hija estaba poseída de un
espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies. Esta mujer era pagana,
Sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. Él
le decía: «Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el
pan de los hijos y echárselo a los perritos». Pero ella le respondió: «Sí,
Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños». El,
entonces, le dijo: «Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu
hija». Volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que
el demonio se había ido.” Marcos 7, 24-30. ¡Cuánta
gente hace este camino y el Señor la espera! Pero es el mismo Espíritu
Santo que le lleva adelante para hacer este camino. Cada día en la Iglesia del
Señor hay personas que hacen este camino, silenciosamente, para encontrar al
Señor, porque se dejan llevar adelante por el Espíritu Santo. (Homilía, Papa
Francisco, 13 de febrero, 2014).
Enseñanzas del Evangelio ante el silencio Bienaventurada aquella persona que lleva su Cruz en silencio Indica el santo Evangelio: “Si
quieres venir en pos de mí, toma tu cruz y sígueme” (Mateo 16, 21-27).El Papa Francisco propone en el ambiente
espiritual pensar en la posibilidad de la Cruz, como camino de obediencia. Con
la cruz no se puede negociar, o se abraza o se rechaza. Y con su
humillación, Jesús quiso abrirnos el camino de la fe y precedernos en él. Con
la Cruz se aprende no al triunfalismo, si a la humildad. El mismo silencio y
la oración vencen el triunfalismo. (cfr. Ángelus, 14 de abril, 2021). Enseñanzas del Evangelio ante el silencio El servicio se hace más elocuente en el silencio El
Papa Francisco enseña que: El amor, por lo tanto, es el servicio concreto que
nos damos los unos a los otros. El amor no son palabras, son obras y
servicio; un servicio humilde, hecho en el silencio y escondido, como Jesús
mismo dijo: «Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha» (Mateo
6, 3). Esto comporta poner a disposición los dones que el Espíritu Santo nos ha
dado, para que la comunidad pueda crecer (cfr. 1 Corintios 12, 4-11). (Homilía
12 de marzo 2016)
Enseñanzas del Evangelio ante el silencio Jesucristo toma las grandes decisiones desde la oración y el
silencio La
oración es básica y define la vida de un discípulo. La
colaboración del ser humano es muy importante para Dios. El Salvador insiste en
la santidad de vida, en la fe, y en el compromiso total, en la oración, el
silencio, la meditación.Nuestra oración
puede ser sencilla, humilde y sincera. Sencilla como la súplica del niño.
Humilde como la petición del pobre. Sincera como la oración del publicano.El Papa Francisco insiste en orar, para
poder conocer la voluntad de Dios. La oración para querer hacer la voluntad
de Dios, y oración para conocer la voluntad de Dios. Y cuando conozco la
voluntad de Dios, también la oración, por tercera vez: para hacerla. Para
cumplir esa voluntad, que no es la mía, es la suya. Y no es fácil.(cfr. Homilía, 27 de enero 2015). Enseñanzas del Evangelio ante el silencio Servir y contemplar tienen su secreto Afirma
el Evangelio: “Entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió
en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del
Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el
servicio; hasta que se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me
haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.» Pero el Señor le
contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una
es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.» Lucas 10,
38-42.
El afán de servir disminuye las
posibilidades para encontrar lo mejor. Dice el hermeneuta bíblico: En la
vida hay que aprender a encontrarle gusto a la Palabra del Señor, no se
trata de cumplir obligaciones, no se trata de tiempo, no se trata de espacio,
el asunto es: dónde está ubicado tu corazón. Cuando los sentimientos y la
nobleza del espíritu apuntan al corazón de Dios, el problema está solucionado.
Hemos logrado la ubicación perfecta; conocemos nuestras responsabilidades,
cumplimos nuestros compromisos, estamos conscientes de lo que realizamos. Lo
logramos gracias al silencio y la reflexión La contemplación es
indispensable, hace parte de la vida de la fe, la oración, la reflexión ante la
Palabra del Maestro. El Catecismo de la Iglesia Católica, propone una
persona de oración, contemplativa y que no se excede en el servicio y tiene
tiempo para estar en silencio delante de Dios: “La oración contemplativa es
la expresión sencilla del misterio de la oración. Es una mirada de fe,
fijada en Jesús, una escucha de la Palabra de Dios, un silencioso amor.
Realiza la unión con la oración de Cristo en la medida en que nos hace
participar de su misterio (cfr. números 2709 - 2719). El Papa emérito Benedicto
XVI indica que no debemos despreciar la vida activa de una persona, sino que la
propuesta de Dios, es entender que escuchar su Palabra es muy necesario. (cfr.
Ángelus, 18 de julio 2010). Enseñanzas del Evangelio ante el silencio Dios nos habla en el silencio Afirma
la Escritura: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro,
publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy
gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni
tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo
lo que tengo”. El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a
levantar los ojos al cielo”. °°° Lucas 18, 9-14. La pregunta sería: ¿Cuál debe ser
el espíritu de nuestra oración? Las respuestas dependen de la personalidad,
de la conciencia, de la formación, de la madurez, del estilo, del conocimiento
que una persona pueda tener sobre el tema y la Escritura.El equilibrio en la oración define el ser
y la posición de una persona frente a los demás.El silencio y la
prudencia pueden definir una persona de oración.Un desequilibrio en la oración podría ser:
personas arrogantes, orgullosas, autosuficientes. O un desequilibrio que no es
común, pero lo usan algunos, presentarse ante Dios como alguien que no vale
nada, que no es nadie.El otro lado de
la balanza, es:Personas de oración, que
tienen como base la humildad, el agradecimiento, la piedad, el arrepentimiento,
el secreto. Quizás otro grupo de personas, que convierten todas sus
experiencias de fe, en gloria y alabanza para Dios. Toda oración siempre
debe presentar la confianza y la humildad delante de Dios. A Dios se le
habla de rodillas. (cfr. Romanos 14, 11). El Papa Francisco enseña que
aquella persona que se considera justa e irreprochable, olvida el mandamiento
esencial de un creyente: amar a Dios y amar a los demás. El santo Padre
propone evaluar nuestra manera de orar. Es necesario aprender a encontrar el
camino hacia nuestro corazón, recuperar el valor de la intimidad y del
silencio, porque es ahí que Dios nos encuentra y nos habla. °°° se es justo o
pecador no por la propia pertenencia social, sino por el modo de relacionarse
con Dios y por el modo de relacionarse con los hermanos. (cfr. Audiencia, 1 de
junio, 2016). SOCIALIZACIÓN Medita
y saca tus conclusiones en las siguientes afirmaciones: Muchas
personas en silencio buscan el camino de Dios El
silencio y la oración vencen el triunfalismo de una religión mal vivida Aprendemos
a llevar nuestra Cruz en silencio y con sacrificio Practicamos
la caridad en silencio “Que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha” La
oración contemplativa exige un profundo silencio Dios
siempre habla en el silencio del alma de cada persona El
silencio y la prudencia definen una persona de oración
El silencio aquilata la personalidad Y las buenas relaciones con los demás Cuando
hay silencio, pensamos y cometemos menos errores. Alguien
enseñó en la historia °°° Cuando
hablamos poco, cometemos menos errores y fastidiamos menos a los demás Si
Guardamos silencio en la imaginación, juzgamos menos y amamos más a los demás Si
Guardamos silencio en la memoria, olvidamos más rápido y no archivamos rencor Si
Guardamos silencio en el corazón, tenemos sentimientos más nobles, puros y
sinceros Si
Guardamos silencio en el espíritu, nos entendemos más con Dios y su Santa
Palabra Si
Guardamos silencio cuando debemos lanzar un juicio y practicamos correctamente
la justicia Si
Guardamos silencio en la voluntad, nos convertimos en obedientes y sinceros Si
Guardamos silencio con nosotros mismos, nos quejamos menos y producimos más Oración y silencio El modelo es: Jesús Maestro de oración Nuestro
querido Papa Benedicto XVI, reflexionaba el tema del silencio en Jesús de
Nazareth y por ende su relación Dios su Padre.
Decía
el santo Padre: El Verbo enmudece, se hace
silencio mortal, porque se ha “dicho” hasta quedar sin palabras, al haber
hablado todo lo que tenía que comunicar, sin guardarse nada para sí» La
sabiduría del mundo y la sabiduría de Dios: “El lenguaje de la Cruz es una
locura para los que se pierden; pero para nosotros, que nos salvamos, es poder
de Dios.” (1 Corintios 1, 18). La cruz de Cristo no sólo muestra
el silencio de Jesús como su última palabra al Padre, sino que revela
también que Dios habla a través del silencio: «El silencio de Dios, la
experiencia de la lejanía del Omnipotente y Padre, es una etapa decisiva en el
camino terreno del Hijo de Dios, Palabra encarnada. Colgado del leño de la cruz,
se quejó del dolor causado por este silencio: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me
has abandonado?” (Mc 15, 34; Mt 27, 46) Debemos educarnos en el valor del
silencio. «Redescubrir el puesto central de la Palabra de Dios en la vida
de la Iglesia quiere decir también redescubrir el sentido del recogimiento y
del sosiego interior. La gran tradición patrística nos enseña que los misterios
de Cristo están unidos al silencio, y sólo en él la Palabra puede encontrar
morada en nosotros, como ocurrió en María, mujer de la Palabra y del silencio
inseparablemente» (cfr. Exhortación apostólica, Verbum Domini, 66). «Cuando el Verbo de Dios crece, las
palabras del hombre disminuyen» Los Evangelios muestran cómo con frecuencia
Jesús, sobre todo en las decisiones decisivas, se retiraba completamente solo a
un lugar apartado de la multitud, e incluso de los discípulos, para orar en
el silencio y vivir su relación filial con Dios. El silencio es capaz de abrir
un espacio interior en lo más íntimo de nosotros mismos, para hacer que
allí habite Dios, para que su Palabra permanezca en nosotros Jesús
enseña a los discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los
gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como
ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis» (Mt
6, 7-8): un corazón atento, silencioso, abierto es más importante que muchas
palabras. La
oración de Jesús nos indica que necesitamos detenernos, vivir momentos de
intimidad con Dios, «apartándonos» del bullicio de cada día, para escuchar,
para ir a la «raíz» que sostiene y alimenta la vida. Uno de los momentos más
bellos de la oración de Jesús es precisamente cuando él, para afrontar
enfermedades, malestares y límites de sus interlocutores, se dirige a su Padre
en oración y, de este modo, enseña a quien está a su alrededor dónde es
necesario buscar la fuente para tener esperanza y salvación. (cfr. Audiencia, 7
de marzo, 2012).