JESUCRISTO PLANTEA UNA RELIGIÓN NOVEDOSA
Evangelio Lunes 16 de enero 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Algunos discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar.
Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel
día. Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de
otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un
desgarrón peor.” °°° Marcos 2, 18-22.
El Evangelio que anuncia el
Salvador del mundo es
“Novedoso”. Precisamente es la irrupción del Reino de Dios, una nueva manera de
pensar,
un nuevo planteamiento, una religión que pone a pensar a las personas. Lo
caduco, las viejas costumbres, el legalismo, no da respuesta a lo que quiere
Dios para la humanidad. Todo en la vida
tiene su lógica. Cada acto tiene su razón de ser.
Cada palabra expresa el
interior de alguien, cada juicio presenta su propio personaje. La manera de
actuar de cada persona, indica la nobleza y la bondad de su ser. Las
controversias serán bienvenidas, siempre y cuando lleven al creyente a superar
lo antiguo, lo que no tiene lógica y emprender el camino de Dios.
La Palabra de Dios es novedosa.
Lo novedoso siempre imprime en el ser humano una estancia de alegría y de gozo,
una inspiración del alma, ideas que comienzan a funcionar buscando un futuro
mejor. Quien propone una vida diferente, uniforme y estable, es Dios. Él sabe
por qué lo dice: a hombres y mujeres les corresponde escuchar con mucha
atención lo que Dios quiere.
Lo
novedoso no es lo extravagante, la locura, la permisividad, la legalización
de las debilidades de hombres y mujeres.
Lo novedoso ya entró hace mas de dos milenios en el mundo, Jesús es la
novedad que necesita el mundo moderno, su Palabra, su Gracia, su Reino, su
Cruz.
El Papa Francisco propone pensar
en la posibilidad de no tener miedo de cambiar las cosas según la ley del
Evangelio. “A vino nuevo, odres nuevos”. La Iglesia nos pide que dejemos a
un lado las estructuras anticuadas y tomemos odres nuevos, los del Evangelio.
El pueblo tenía la ley que les había mandado Moisés. La ley los custodiaba,
pero como prisioneros. Lo que más desea una persona es vivir su religión mas de
cara a la Gracia y el amor de Dios y menos a ley que en muchas ocasiones lo
oprime. (cfr. Homilía, 5 de septiembre, 2014).
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/4P7LsrD736M ✌
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