EL CRISTIANISMO NO PUEDE DISPENSARSE DE LA CRUZ
Evangelio sábado 10 de junio 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Enseñaba Jesús a la multitud y les decía: Guardaos de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y que devoran la hacienda de las viudas so capa de largas oraciones. Esos tendrán una sentencia más rigurosa.
Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro. Pues todos han echado de los que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir.” Marcos 12, 38-44
Puede existir la posibilidad de que una persona realice un arqueo de su vida cristiana, de su vida de fe, de su capacidad de entrega y generosidad ante los asuntos de Dios. Eso lo debe hacer cada persona delante de Dios, no es necesario darle cuenta a las demás personas. La Sagrada Escritura nos regala un buen ejemplo de entrega y generosidad narrando la decisión de una mujer viuda y pobre que entrega todo lo que tiene como ofrenda por la causa del Señor. Esto significa entrega, desprendimiento, donación de la misma persona.
Vivir en la práctica una religión tiene la implicación de la entrega y de la donación de la misma persona. La Santísima Virgen María es un modelo perfecto de la persona que cree, que conoce, que vive, que se dona, que se entrega y vive a plenitud la misión que el mismo creador le encomendó. La Escritura según el libro de la creación se anticipa a la misión que va a cumplir nuestra querida señora: “La nueva Eva aplastará la cabeza de la serpiente y dará origen al nuevo tiempo del Reino de Dios con el nacimiento del Mesías.” (cfr. Génesis 3, 15).
María se convierte en modelo de fe, esperanza y caridad. María es el modelo perfecto de la vida cristiana, es la Madre del sacrificio, del silencio, de la oración, de la perfecta entrega, de la generosidad, de la grandeza y nobleza de corazón.
Una manera de no perder la noción correcta de lo que le pide Dios a cada persona creyente y bautizada en su entrega generosa es el camino según las normas significativas del madero de la Cruz. Podemos caer en la tentación de querer hacer compatible la entrega que nos pide el Señor con una vida fácil, como la de tantos que viven con el pensamiento puesto exclusivamente en las cosas materiales.
El cristianismo no puede
dispensarse de la cruz: Así lo enseñó el Papa santo. (cfr. San Pablo VI,
Alocución 8 de mayo 1966).
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/kUMj0i1IPIA
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/kUMj0i1IPIA