LA LEY DE DIOS ES PERFECCIÓN PARA EL ALMA Evangelio miércoles 14 de Junio 2023
LA LEY DE DIOS ES
PERFECCIÓN PARA EL ALMA
Evangelio miércoles 14 de
junio 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a sus discípulos: «No
piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir,
sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma
de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se
realice.
El que no cumpla el más pequeño de estos
mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor
en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será
considerado grande en el Reino de los Cielos.» Mateo 5, 17-19.
Sabia
enseñanza del Maestro de Nazareth para la eternidad: Él ha venido a darle plenitud a la ley. La pregunta sería: ¿Cuál es la
dificultad con la ley? La respuesta es: el problema con la ley es su propia
interpretación. La aplicación de la ley. Las exageraciones con la ley. El
pecado del legalismo. El creer que la ley solo sirve para ajusticiar a las
personas. ¿Cuál solución presenta el Nazareno? No se trata de acabar con la
ley, tampoco inventar cantidad de leyes, creyendo que eso soluciona los
problemas sociales. Se trata de ordenar la ley. Advierte el evangelista san
Juan: “La ley fue dada por Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por
Jesucristo.” (Juan 1, 18).
Se
supone que la ley que conocemos desde los tiempos de Moisés, según el capítulo
20 del libro del Éxodo en la Escritura. Se trata de hacer la voluntad de Dios. Quien conoce y cree en la ley de Dios, hace
el bien, hace lo correcto, evita el mal, cumple con los deseos del creador del
mundo. El mismo Dios enseña que quien cumple correctamente con la ley
defiende la vida y evita la muerte.
“Cuando Moisés acabó de pronunciar estas
palabras a todo Israel, les dijo: «Estén bien atentos a todas estas palabras
que contienen mi declaración contra ustedes, y digan a sus hijos que cuiden de
ponerlas todas en práctica. Porque no es cosa de poca importancia: esta palabra
es su vida y, por ella, ustedes prolongarán sus días en el país que van a
conquistar después de pasar el Jordán.» (Deuteronomio 32, 45-47).
Es cierto que el espíritu de la ley
engendra vida. Cuando se trata de hablar con mucho ahínco acerca de la ley
se puede caer en interpretaciones exageradas, o por lo contrario, se puede
desfigurar su contenido formal: “El que se salte uno solo de los preceptos
menos importantes, y se los enseñe así a los demás. Será el menos importante en
el Reino de Dios”. (Mateo 5, 15-19). Dice la Escritura.
La
ley de Dios es perfecta y es luz para el alma. Bastaría meditar
con altura los mandamientos de la ley de Dios para darse cuenta que en ellos
están la regla de oro para vivir feliz en este mundo. El problema nace mucha
gente quiere ser feliz violando la ley, o manejando caprichosamente la ley, o
abusando de la ley, o basándose en la ley para perjudicar a los demás.
SI
DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/w2LCO8iISPw