En su
comentario al Evangelio antes de rezar el Ángelus, sobre las palabras de Jesús
acera de los escribas y fariseos que "dicen y no hacen", (Mateo 23,
1-12) el Papa Francisco invitó a todos, especialmente a los que tienen
responsabilidades en la sociedad o en la Iglesia, a no tener "el corazón
doble" y a no preocuparse sólo "por mostrarnos impecables fuera"
Para ser "cristianos coherentes y creíbles", procuremos "practicar
lo que predicamos" sin tener "un doble corazón" y no nos
preocupemos sólo "por mostrarnos impecables por fuera", sino cuidemos
"nuestra vida interior con sinceridad de corazón".
“Esto, lo
que dice Jesús – 'dicen y no hacen' – y todas las obras que ellos hacen, las
hacen para ser admirados por la gente, para aparentar...”
La distancia entre el decir y el hacer
En su
comentario al Evangelio de este domingo el Papa se detuvo en dos aspectos:
"la distancia entre el decir y el hacer y la primacía de lo exterior sobre
lo interior". Sobre el primero subrayó que, a los líderes religiosos del
pueblo de Israel, "que pretenden enseñar a los demás la Palabra de Dios y
ser respetados como autoridades del Templo", Jesús les cuestiona "la
duplicidad de sus vidas: predican una
cosa, pero luego viven otra".
Como ya se
lamentaba el Señor por medio del profeta Isaías: "Este pueblo se acerca a
mí sólo con la boca y me honra con los labios, mientras su corazón está lejos
de mí".
“Este es el
peligro sobre el que vigilar: la
duplicidad del corazón, que pone en riesgo la autenticidad de nuestro testimonio
y nuestra credibilidad de personas y de cristianos”
No a la duplicidad, sobre todo si tienes
responsabilidades
Somos
frágiles, , y por eso todos experimentamos "una cierta distancia entre el
decir y el hacer". Pero tener "un doble corazón", vivir con "un pie en dos zapatos"
sin hacer de ello un problema, es otra cosa. Sobre todo "cuando estamos
llamados – en la vida, en la sociedad o en la Iglesia – a desempeñar un papel
de responsabilidad".
“Recordemos esto: ¡no a la duplicidad! Para
un sacerdote, un trabajador pastoral, un político, un profesor o un padre, vale
siempre esta regla: esto que dices, que predicas a los otros, comprométete tú a
vivirlo primero. Para ser maestros con
autoridad es necesario ser primero testigos creíbles”
La primacía
del exterior sobre el interior
El segundo
aspecto, "la primacía de lo
exterior sobre lo interior", para el Pontífice es una consecuencia del
primero. En efecto, "viviendo en la duplicidad, los escribas y fariseos
están preocupados por tener que ocultar su incoherencia para salvar su
reputación exterior". Porque, "si la gente supiera lo que realmente
hay en sus corazones", se avergonzarían, perdiendo toda credibilidad. Así
que hacen obras para parecer justos, para "salvar la cara".
“El maquillaje es muy común: Se
maquillan la cara, se maquillan la vida, se maquillan el corazón... Y estas
personas ‘maquilladas’ no saben vivir la verdad. Y muchas veces, nosotros
también tenemos esta tentación de la duplicidad”
No nos preocupemos sólo de lucir impecables por
fuera
El Papa
Francisco concluyó pidiendo a todos un examen de conciencia: "¿Intentamos practicar lo que predicamos
– fue su pregunta – o vivimos en la duplicidad? ¿Decimos una cosa y hacemos
otra?
“¿Estamos
preocupados sólo por mostrarnos impecables fuera, maquillados, o cuidamos de
nuestra vida interior en la sinceridad del corazón?”
Que la
Virgen María, fue su oración final, “que ha vivido con integridad y humildad
del corazón según la voluntad de Dios, nos ayude a volvernos testigos creíbles
del Evangelio”. Fuente de Vatican News.