¿ES LÍCITO HACER EL BIEN, O NO LO ES? Evangelio viernes 3 de noviembre 2023
¿ES LÍCITO HACER EL BIEN,
O NO LO ES?
Evangelio viernes 3 de
noviembre 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Un sábado, entró Jesús en casa de uno
de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Se
encontró delante un hombre enfermo de hidropesía y, dirigiéndose a los maestros
de la Ley y fariseos, preguntó: «¿Es lícito curar los sábados, o no?»
Ellos se quedaron callados. Jesús,
tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo: «Si a uno de
vosotros se le cae al pozo el hijo o el buey, ¿no lo saca en seguida, aunque
sea sábado?» Y se quedaron sin respuesta.” Lucas 14, 1-6.
¿Es lícito hacer el bien o no lo es? Buena
pregunta del Salvador del mundo para los fariseos y maestros de la ley en
la querida nación de Israel. Buena pregunta para la humanidad, si nuestras
leyes responden al bien de las personas o a la violación de los derechos de las
personas. El tema es bastante amplio. El punto del equilibrio está en la justicia
que corre a través de la ley y la interpretación de la misma.
El
Shabat es conocido como el día escogido para la oración, para el descanso del
trabajo. De ninguna manera no es criticable hablar de un día para el descanso.
La dificultad nace en la exageración de la propuesta. Precisamente la pregunta
del Hijo de Dios, es si se pude hacerle el bien a otra persona un día que sea
sábado. Cuál es el concepto del bien, el concepto de la caridad, el concepto de
la misericordia.
La
Pontificia Comisión bíblica de nuestra Iglesia Católica enseña que la ley y el
culto de Israel se desarrollaron a todo lo largo del Antiguo Testamento. La ley
hay que considerarla como un don de Dios. (cfr. Éxodo 19-24). Es muy importante
entender la ley desde el espíritu como está escrita la ley. Las leyes contienen
reglas morales, jurídicas, rituales, culturales. Todas ellas apuntan al bien de
la vida en comunidad.
Se
supone que, si la ley es un don de Dios, ninguna ley debe servir a alguien para
negarle un bien a otra persona, para ayudar a otra persona,
para salvar la vida de otra persona. La máxima ley de Dios es el amor. Quien
entiende la ley de Dios basada en el amor, perfectamente practica la caridad y
la misericordia con los demás.
Jesucristo insiste en que aprendamos que
toda la ley y los profetas tienen una relación profunda con el mandato de amar
a Dios y amar a los demás. (cfr. Deuteronomio 6, 15 y Levítico 19, 18).
Jesucristo indica cuál es la voluntad de Dios: “Enseñen a cumplir todo lo que
les he enseñado a ustedes” (Mateo 28, 19-20).
El Papa Francisco recuerda que Jesucristo nunca se negó a hacer el bien,
a curar, a sanar, en el día sábado. Nunca siguió de largo, nunca miró hacia
otro lado. Hacer el bien está en primer lugar. (cfr. Homilía, 18 de enero,
2017).
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https://youtu.be/r3BaRfOhDJk