5 de noviembre de 2023

EL SERVICIO NOS EDIFICA FRENTE A DIOS Evangelio lunes 6 de noviembre 2023


EL SERVICIO NOS EDIFICA FRENTE A DIOS 
    
Evangelio lunes 6 de noviembre 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.» Lucas 14, 12-14
 
            Dar, comprender, servir, perdonar, tener en cuenta a los demás, hace parte del programa de felicidad para una persona.  Un discípulo del Maestro de Nazareth debe encontrar el camino de la felicidad en las recomendaciones de su Maestro. “Hay mayor alegría en dar que en recibir” (Hechos 20, 35).  Hay algo que permite que un servidor de Dios sea un eficiente servidor en la sociedad y en la Iglesia.
 
Es la capacidad de entregarse, de preocuparse por los demás, de dedicarse a servir, tener voluntad siempre para darle la mano a los demás. Si logra el primer requisito, necesariamente viene el segundo, el discípulo no debe esperar nada a cambio. Se presta un servicio más con el ánimo de cumplir una misión y no tanto por recibir una retribución.  Cuando se busca algo a cambio, se limita el servicio, pierde fuerza el talento, o quizás el discípulo deja mucho que desear.
 
            El Maestro advierte: “Cuando ayudes a los demás, no publiques lo que haces, no esperes que los hombres te alaben. Si lo haces así, ya recibiste tu premio y tu paga”. Que tu mano derecha no sepa lo que hace tu izquierda. (Mateo 6, 2-3) Un discípulo debe estar muy atento para no caer en la trampa tentadora del diablo: Servirle a Dios y al dinero simultáneamente.” (Mateo 6, 24). Si logra superar esa tentación será un excelente representante de su Maestro.
 
Existen muchas formas para servirle a los demás. La misma Iglesia Católica tiene una buena cantidad de apostolados, de misiones, de servicios. Hay que aprender a servir desde la Gracia que Dios ha depositado en nosotros.
 
            El Papa Francisco enseña: Servir no nos disminuye, nos hace crecer. “Servir no es una expresión de cortesía: es hacer como Jesús, que, resumiendo su vida en pocas palabras, dijo que había venido ‘no a ser servido, sino a servir”. A medida que crecemos en el cuidado y la disponibilidad hacia los demás, nos volvemos más libres por dentro, más parecidos a Jesús.
 
Cuanto más servimos, más sentimos la presencia de Dios”. Sobre todo “cuando servimos a los que no tienen nada que devolvernos, los pobres, abrazando sus dificultades y necesidades con tierna compasión: ahí descubrimos que a su vez somos amados y abrazados por Dios”. (cfr. Ángelus, 19 de septiembre, 2021).
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