9 de noviembre de 2023

ASTUCIA Y DESHONESTIDAD NO VIENEN DE DIOS Evangelio viernes 10 de noviembre 2023


ASTUCIA Y DESHONESTIDAD NO VIENEN DE DIOS
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Evangelio viernes 10 de noviembre 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús a sus discípulos: «Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: "¿Es cierto lo que me han dicho de ti?  
Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador." Entonces el administrador se puso a pensar: "¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan.

" Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: "¿Cuánto le debes a mi amo?" El hombre respondió: "Cien barriles de aceite." El administrador le dijo: "Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta." °°° Lucas 16, 1-8. 
 
            En algunas oportunidades la astucia de una persona no la podemos equiparar a la inteligencia o la destreza de alguien en solucionar una situación. La astucia pertenece al orden de la mundanidad, hace consonancia con el soborno y se ubica en el campo moral como un pecado bastante serio. El Papa Francisco tiene toda la razón cuando afirma que no se le puede aplaudir a una persona que da de comer a su familia con un trabajo deshonesto, es como llevar pan sucio para la casa.
 
La astucia y la deshonestidad no vienen de Dios.  San Pablo advierte a los habitantes de Corinto que debemos estar atentos a Dios porque Él casa a los sabios en su astucia. Dios penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos. (cfr. 1 Corintios 3, 22-23).
 
            Existe un árbol del conocimiento del bien y del mal. Dios se preocupó que las generaciones conocieran lo que es correcto y lo que no lo es. También apareció la serpiente, como el animal más astuto y sagaz para el mal. (cfr. Génesis 2, 7-9). Afianzar la vida en el Reino, es escuchar con mucha atención al Maestro del Reino, es cultivar permanentemente las virtudes en el Reino, es no dejarse confundir fácilmente, es partir siempre de la Palabra y retornar nuevamente a ella.
 
Lo advierte la misma Escritura: “Ciertamente los hijos de este mundo son más astutos, que los hijos de la luz” (Lucas 16, 8). 
 
            San Juan Pablo II advierte sobre el uso extremado de las riquezas diciendo: que cuando predomina la lógica del lucro aumenta la desproporción entre ricos y pobres y una dañosa explotación del planeta. En cambio, cuando predomina la lógica del compartir y de la solidaridad, es posible corregir la ruta y orientarla hacia un desarrollo equitativo y sostenible.” (cfr. Encíclica, Centesimus Annus, 32-35).
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https://youtu.be/ILvNFasU7xk