ASTUCIA Y DESHONESTIDAD NO VIENEN DE DIOS.
Evangelio viernes 10 de noviembre 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús a sus discípulos: «Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: "¿Es cierto lo que me han dicho de ti?
" Entonces fue llamando uno por uno a los
deudores de su amo. Al primero le preguntó: "¿Cuánto le debes a mi
amo?" El hombre respondió: "Cien barriles de aceite." El
administrador le dijo: "Toma tu recibo, date prisa y haz otro por
cincuenta." °°° Lucas 16, 1-8.
En
algunas oportunidades la astucia de una persona no la podemos equiparar a la
inteligencia o la destreza de alguien en solucionar una situación. La
astucia pertenece al orden de la mundanidad, hace consonancia con el soborno y
se ubica en el campo moral como un pecado bastante serio. El Papa Francisco
tiene toda la razón cuando afirma que no
se le puede aplaudir a una persona que da de comer a su familia con un trabajo
deshonesto, es como llevar pan sucio para la casa.
Existe
un árbol del conocimiento del bien y del mal. Dios se preocupó que las
generaciones conocieran lo que es correcto y lo que no lo es. También apareció
la serpiente, como el animal más astuto y sagaz para el mal. (cfr. Génesis 2,
7-9). Afianzar la vida en el Reino, es escuchar con mucha atención al Maestro
del Reino, es cultivar permanentemente las virtudes en el Reino, es no dejarse
confundir fácilmente, es partir siempre de la Palabra y retornar nuevamente a
ella.
San Juan Pablo II advierte sobre el
uso extremado de las riquezas diciendo: que cuando predomina la lógica del lucro aumenta la desproporción entre
ricos y pobres y una dañosa explotación del planeta. En cambio, cuando
predomina la lógica del compartir y de la solidaridad, es posible corregir la
ruta y orientarla hacia un desarrollo equitativo y sostenible.” (cfr.
Encíclica, Centesimus Annus, 32-35).
https://youtu.be/ILvNFasU7xk