29 de marzo de 2024

NOS CONVERTIMOS EN TESTIGOS DE LA ESPERANZA Evangelio sábado 30 de marzo 2024


NOS CONVERTIMOS EN TESTIGOS DE LA ESPERANZA
                     
Evangelio sábado 30 de marzo 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto se produjo un gran terremoto, pues el Ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella.
Su aspecto era como el relámpago y su vestido blanco como la nieve. Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos. El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: «Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba. Y ahora id enseguida a decir a sus discípulos: ´Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis.” °°° Marcos 16, 1-7.  
 
            Cristo necesariamente debía resucitar entre los muertos. La Sagrada Escritura nos permite saber que: los soldados buscaron el sepulcro para ver si estaba custodiado. Las mujeres madrugaron a visitar al Señor en el sepulcro, llevando consigo aromas. Pedro y Juan acudieron al sepulcro con desconcierto y esperanza. El resultado de todo este proceso, es que el cuerpo no estaba allí. La muerte no tiene la última palabra.
 
            Para quienes somos católicos, Pascua es ese acontecimiento central de nuestra fe, porque a través de ella descubrimos en su complejidad el misterio de Cristo, el misterio de Dios, el misterio de la Iglesia, la misión que se nos encomienda: “Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos”. Entendemos que todo depende de la resurrección de Cristo. Así lo predicó el apóstol san Pablo: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (1 Corintios 15,14). 
 
            Vivir la pascua en toda su extensión es comenzar a ser el testigo de la esperanza. Y en ¿qué consiste un testigo de la esperanza? Hay que plantear una sociedad de hermanos, donde cada uno le lava los pies a los demás. (cfr. Juan 13, 14). Una sociedad donde el discípulo no es más que su Maestro. (cfr. Lucas 6, 40). Una sociedad, donde nadie se crea juez de los demás. (cfr. Lucas 12, 14).
 
El Papa Francisco describe, ¿quién es un testigo? es uno que ha visto, que recuerda y cuenta. Ver, recordar y contar son los tres verbos que describen la identidad y la misión. El testigo es uno que ha visto, con ojo objetivo, ha visto una realidad, pero no con ojo indiferente; ha visto y se ha dejado involucrar por el acontecimiento.
 
El contenido del testimonio cristiano no es una teoría, sino que es un mensaje de salvación, un acontecimiento concreto, es más, una Persona: es Cristo resucitado, viviente y único Salvador de todos. Él puede ser testimoniado por quienes han tenido una experiencia personal de Él. (cfr. Ángelus, 19 de abril, 2015).
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