6 de marzo de 2024

HAY QUE DISCERNIR ENTRE LO BUENO Y LO MALO Evangelio jueves 7 de marzo 2024


HAY QUE DISCERNIR ENTRE LO BUENO Y LO MALO
                  
Evangelio jueves 7 de marzo 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada, pero algunos de ellos decían: “Éste expulsa a los demonios por el poder de Belzebú, el Príncipe de los demonios”. Otros, para ponerlo a prueba, exigían de Él un signo que viniera del cielo.
             Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: “Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- Yo expulso a los demonios con el poder de Belzebú. Si Yo expulso a los demonios con el poder de Belzebú, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces.” °°° Lucas 11, 14-23.
 
            El poder de la caridad y la misericordia, está por encima de la crítica destructiva de muchas personas. En nuestro entorno se mueven dos vientos: Los que quieren hacer el bien a los demás y los que están pendientes para juzgar a los demás, a pesar de que están haciendo el bien.  La historia de la salvación nos permite conocer la experiencia de Dios luchando por salvar a su pueblo Israel y un buen grupo de personas atacando a Dios, despreciando a Dios, incluso llegaron a cambiar a Dios y se volvieron idólatras. (cfr. Jeremías 2, 11). 
 
            Dios se queja y se lamenta ante Moisés porque el pueblo que ha recibido tantas bendiciones, es un pueblo de “Dura Cerviz”, es un pueblo rebelde. (cfr. Éxodo 32, 7-10). Según la Sagrada Escritura, el período del desierto fue el tiempo del noviazgo de Dios con su pueblo; pero también el tiempo de la rebelión y de las murmuraciones del pueblo contra Dios.  La solución está en buscar el verdadero arrepentimiento de todo lo que había sucedido y comenzar a buscar la fuente de Dios. 
 
La solución es: practicar los mandamientos prescritos por el Señor, (cfr. Deuteronomio 8,1). Lo segundo; las pruebas de Dios buscan la superación de cada persona, (cfr. Deuteronomio 8, 2-7). Razón tiene Dios al decirle a la humanidad: El que está conmigo recibirá muchas bendiciones, el que se opone terminará atrapado en su propia soberbia y rebeldía.
 
            El Papa Francisco recomienda a quienes son rebeldes, a quienes siempre están disponibles para juzgar, pedir a Dios el don del discernimiento. Una persona debe distinguir lo que viene de Dios y lo que viene del maligno. El cristiano no puede estar tranquilo con que todo va bien, debe discernir las cosas y mirar bien de dónde vienen y cuál es su raíz. En un camino de fe las tentaciones vuelven siempre, el mal espíritu no se cansa nunca. (cfr. Homilía, 9 de octubre, 2015).
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