Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Le enviaron a Jesús unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en
alguna de sus afirmaciones. Ellos fueron y le dijeron: “Maestro, sabemos que
eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te
fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino
de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarlo o
no?”
Pero Él, conociendo su
hipocresía, les dijo: “¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario”. Cuando
se lo mostraron, preguntó: “¿De quién es esta figura y esta inscripción?”.
Respondieron: “Del César”. Entonces Jesús les dijo: “Den al César lo que es del
César, y a Dios, lo que es de Dios”. Y ellos quedaron sorprendidos por la
respuesta.” Marcos 12, 13-17
Cada persona, cada institución, cada estado debe cumplir delante de
Dios su propia misión. El mensaje de salvación del Hijo de Dios no es
excluyente, sino que nos permite una excelente comunicación y un cumplimiento
de las tareas que corresponden a cada cual. No en vano aparece la sentencia:
“Dad al César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios”. Caesar
caesaris, Deus dei"
Quienes formamos parte
de la Iglesia estamos llamados a vivir como verdaderos hijos de Dios, a
tratarnos como hermanos a ser ejemplo de vida para los demás. la sociedad civil y política le toca la
difícil tarea de articular y encarnar en la justicia y en la solidaridad,
en el derecho y en la paz, una vida cada vez más humana» así lo explica el Papa
Francisco. (cfr., carta del Papa al
director del diario La Repubblica, 11 septiembre de 2013).
La hipocresía no viene bien, entre quienes pertenecemos a la Iglesia,
tampoco en aquellos que se las ha confiado los destinos de los pueblos. Jesucristo
corrige de una manera prudente a aquellos que, utilizando la doble
personalidad, pretenden manipularlo, con una invitación muy sabia. “Hagan lo
que deben hacer”. Una forma de no caer en el terrible pecado de la hipocresía
es siguiendo las normas del Maestro de Nazareth: “No hagan lo que ellos hacen,
porque no practican lo que predican”. (Mateo 23, 3). El apóstol san Pablo
advierte: “Todo lo que hagan, háganlo de
buen corazón, como para servirle a Dios” (Colosenses 3, 23).
El Papa Francisco nos
recuerda que: El hipócrita tiene miedo a
la verdad. Se prefiere fingir en vez de ser uno mismo. Es como disfrazar el
alma, disfrazar las actitudes, disfrazar el modo de proceder. No es la verdad.
Tengo miedo de proceder como soy y me disfrazo con estas actitudes. (cfr.
Audiencia, 25 de agosto, 2021).
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