22 de junio de 2024

EL JUSTO VIVE DE LA FE Evangelio domingo 23 de junio 2024


EL JUSTO VIVE DE LA FE 
Evangelio domingo 23 de junio 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a sus discípulos: “Crucemos a la otra orilla”. Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron en la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. Lo despertaron y le dijeron: “¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?”
 
            Despertándose, Él increpó al viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Cállate!” El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. Después les dijo: “¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?”
Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?” Marcos 4, 35-41.
 
            Jesús es el santo de Dios, está investido del espíritu (cfr. Marcos 1, 9-11). Él es más fuerte que el mismo satanás, (Marcos 1,12-13). Hasta el viento y el agua le obedecen, (cfr. Marcos 4, 41). Jesús despierta la admiración de sus contemporáneos, por la novedad de su enseñanza y por la autoridad con que la expone; suscita estupor por el poder con que manda a los espíritus malignos que tiranizan al hombre y por el sometimiento a que los reduce; infunde temor reverencial a sus discípulos al ver la obediencia con que el viento y el mar se someten a su palabra. ¿Por qué será que no entendemos la vida, desde la fe?
 
            Necesitamos pedir insistentemente la gracia de la fe. Porque la fe es un inmenso don de Dios y vale más que la vida misma, pues sólo con ella puede el hombre caminar en su existencia hacia el destino eterno, aunque a veces no vea, aunque le rodeen espesas tinieblas, aunque le azote la duda, aunque le domine el miedo, aunque le invada el desaliento, ya que “el justo vive de la fe”.
 
La fe fue la fuerza en su peregrinar par este mundo de todos aquellos hombres de Dios y lo seguirá siendo para todos aquellos que deseen y quieran ir tras las huellas de Cristo. La fe no es un mero sentimiento de la presencia de Dios. Es caminar, sufrir, caer y levantarse.
 
            El Papa Benedicto XVI nos enseña que la fe es la que nos salva. La esperanza y la oración, la confianza y el abandono, tocan el corazón de Dios. Jesús no nos quiere personas pasivas, de brazos cruzados, nos quiere instrumentos activos, responsables, pero a la vez, llenos de esperanza. Esta es la clave para afrontar las tempestades de la vida: tener cerca de nosotros a Jesús, llevarlo dentro de nosotros siempre. Cuando tengamos alguna queja con el Señor recordemos que “el que cree nunca está solo”. (cfr. Homilía, 12 de septiembre de 2006).
 
EN EL AÑO DEL HIJO JESUCRISTO
El hallazgo de Jesús en el Templo (cfr. Lucas 2, 41-52) es el único suceso que rompe el silencio de los Evangelios sobre los años ocultos de Jesús. Jesús deja entrever en ello el misterio de su consagración total a una misión derivada de su filiación divina: "¿No sabíais que me debo a los asuntos de mi Padre?" (Catecismo # 534).
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ