23 de abril de 2022

QUIEN LE CREE A DIOS NO NECESITA EXPLICACIONES. Evangelio domingo 24 de abril 2022


QUIEN LE CREE A DIOS, NO NECESITA EXPLICACIONES   
Evangelio Domingo 24 de abril 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“El día de la resurrección, primer día de la semana, por la tarde, estaban en casa los discípulos con las puertas trancadas por miedo a los judíos, cuando se presentó Jesús, se colocó en medio de ellos y les dijo: «¡Os traigo la paz!» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús repitió: «¡Os traigo la paz! Así como el Padre me envió, os envío yo.» (Juan 20, 19-31).¿Por qué muchos dudan de la gracia de Dios? Se hace obligatorio aprender el criterio teológico del resucitado: “No seas incrédulo, sino creyente”. Razón tenía el santo obispo de Hipona, cuando aclaró: “Comprende para creer, cree para entender.” (Sermón 43). Se hace necesaria la primacía de la fe, ante el conocimiento por la razón.  la Sagrada Escritura declara bienaventurada aquella persona que le cree a Dios, sin pedirle explicaciones. “Dichosos los que crean sin haber visto” (Juan 20, 29).
 
La resurrección trae consigo los dones y las Gracias de Dios para la nueva vida del mundo: Aparece la paz como un Gracia de Dios y responsabilidad nuestra cultivarla “Paz a vosotros”. Se inicia una misión: hombres y mujeres somos enviados a proclamar ese mensaje de reconciliación y unidad “Así como el Padre me ha enviado, así os envío yo”. El Espíritu Santo cumple la misión de darnos la sabiduría y la fortaleza para continuar la obra que Cristo dejó “Dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: recibid el Espíritu Santo”. El poder de perdonar pecados emana de la inmensa misericordia del resucitado. “A quienes les perdonéis los pecados, les quedarán perdonados” Los pecados se perdonan en nombre de Cristo. El amor de Dios se muestra condescendiente ante la debilidad humana: Jesucristo permite una experiencia directa con Dios. “Trae tu dedo mira mis manos”.   
 
La resurrección de Cristo, es la clave de bóveda del cristianismo. Así lo expresó el Papa emérito Benedicto XVI: La muerte del Señor demuestra el inmenso amor con el que nos ha amado hasta sacrificarse por nosotros; pero sólo su resurrección es «prueba segura», es certeza de que lo que afirma es verdad, que vale también para nosotros, para todos los tiempos. Al resucitarlo, el Padre lo glorificó. San Pablo escribe en la carta a los Romanos: «Si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo» (Romanos 10, 9). (Audiencia, 26 de marzo, 2008). Jesús sigue estando presente entre sus amigos, como lo había prometido: «He aquí que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo. 28, 20).