20 de abril de 2022

QUIEN ES DISCÍPULO, DISIPA LAS DUDAS EN SU CORAZÓN. Evangelio Jueves 21 de abril 2022


QUIEN ES TESTIGO, DISIPA LAS DUDAS EN SU CORAZÓN    
Evangelio Jueves 21 de abril 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Los discípulos al regresar de Emaús, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo. » Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies.” (Lucas 24, 35-48).
 
            La resurrección del Maestro de Nazareth necesariamente tenía que suceder, con una antesala: el dolor, el sufrimiento, el martirio en una Cruz. Esa manera de dar un mensaje de salvación y de misión en la Iglesia, no es fácil de comprender. No lo fue para los discípulos de Emaús, todavía en nuestra experiencia actual, muchos no entienden el valor del dolor y del sufrimiento, para poder cumplir con la Salvación del mundo.   La página digital: regnum christi, propone pensar en las dudas del corazón de un creyente ante lo que le sucede a su Maestro: el Nazareno abre la inteligencia del hombre para que pueda cumplir su misión.
 
            “¿Por qué surgen dudas en su corazón?
La duda no puede ser el principio único del conocimiento. En nuestra vida, minuto a minuto experimentamos el conocimiento de certezas, de realidades y muy poco de incertidumbres. Cuando entramos a nuestra casa, generalmente lo hacemos por la puerta, porque tenemos la certeza de que es por la puerta que debemos entrar. Así pasa también en la fe. Tenemos la certeza de la fe en Cristo resucitado porque lo avala la historia y también la tradición milenaria de la Iglesia. Él tuvo que padecer y morir para luego resucitar. Sin embargo, parece que actualmente la duda quiere imponer sus criterios.” 
            Abrió sus inteligencias para que comprendieran
Los discípulos batallaron para asimilar el hecho de la resurrección. Cuando somos testigos de la muerte de alguien, difícilmente podemos imaginar que al día siguiente lo veamos caminando de nuevo. Debemos tomar en cuenta el hecho de que Jesucristo mismo les dijo en múltiples ocasiones que esto tenía que suceder así.”
            “Ustedes son mis testigos
De ese modo podremos ser testigos del resucitado, testigos vivos y fieles de su mensaje de amor. Así podremos orientar todos nuestros deseos, ilusiones y proyectos hacia el primer mandamiento de la Ley de Dios: amarlo por encima de todas las cosas.” 
El Papa Francisco enseña que: El testigo es uno que ha visto, que recuerda y cuenta. Ver, recordar y contar son los tres verbos que describen la identidad y la misión. El testigo es uno que ha visto, con ojo objetivo, ha visto una realidad, pero no con ojo indiferente; ha visto y se ha dejado involucrar por el acontecimiento.
El contenido del testimonio cristiano no es una teoría, no es una ideología o un complejo sistema de preceptos y prohibiciones o un moralismo, sino que es un mensaje de salvación, un acontecimiento concreto, es más, una Persona: es Cristo resucitado, viviente y único Salvador de todos.” (Homilía, 19 de abril, 2015).