11 de abril de 2022

¿CUÁL ES EL VERDADERO CULTO A DIOS? Evangelio Martes 12 de abril 2022


¿CUÁL ES EL VERDADERO CULTO A DIOS?
Evangelio Martes Santo 12 de abril 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús se turbó en su interior y declaró: «En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará.»  Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba.  Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús.  Simón Pedro le hace una seña y le dice: «Pregúntale de quién está hablando.»  Él, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: «Señor, ¿Quién es?»  Le responde Jesús: «Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar.» (Juan 13, 21-33.36-38).  
 
            Una buena pregunta sería: ¿Cuál es el verdadero culto a Dios?  El libro del Ben Sirac en la Sagrada Escritura nos pone a pensar en la siguiente frase: “Vanas y engañosas son las esperanzas del insensato. Los sueños dan alas a los tontos”. Hace mucho mal aquella persona que priva del sustento a los pobres, priva del salario al jornalero. La vida de quien intenta aparentar delante de Dios, siempre termina derrotada: “Uno construye, otro derriba. Uno reza y otro maldice. “(Eclesiástico 34, 21-27).  Santo Tomás de Aquino, propone el verdadero culto a Dios en el cumplimiento de la ley divina. El principal mandato del creador es el amor y éste vivido desde la caridad. Así pues, que no existe la posibilidad de que haya alguien quien diga creer en Dios, seguir los pasos del Hijo de Dios, mientras no ame y practique la caridad con los demás.
 
            El apóstol de los gentiles define un verdadero culto a Dios, sin que haya la posibilidad de caer en la traición: “No sigan la corriente del mundo en que vivimos, sino más bien transfórmense a partir de una renovación interior. Así sabrán distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le agrada, lo que es perfecto. Actúen, pero no estorben. Que cada uno actúe sabiamente según la capacidad que Dios le ha entregado." (Romanos 12, 1-3). Es muy cierto que no podemos reducir el culto a Dios, a frases llamativas o quizás oraciones espectaculares, mientras el corazón del orante está muy lejos del amor a Dios. Afirma el libro sagrado: “Este pueblo me honra de labios, pero su corazón está lejos de mí." (Isaías 29,13). 

Lo esencial del culto a Dios es que no exista el culto a otros dioses, a otras personas, o quizás el caer en la idolatría. El Maestro reprende al tentador: “«Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás» (Mateo 4,10).  A Dios se le debe adorar en espíritu y en verdad. “Los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren." (Juan 4, 23). El Papa Francisco enseña que "el verdadero culto de Dios no lleva a la discriminación, al odio y a la violencia sino al respeto de la sacralidad de la vida; al respeto a la dignidad y libertad de los demás". (Homilía, 14 de enero, 2015).
 
San Pablo nos enseña un excelente culto a Dios: Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Este es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.  Romanos 12, 1-12