JUDAS ISCARIOTE CALCULA DONDE NO DEBE CALCULAR. Evangelio Lunes santo 11 de Abril 2022

JUDAS ISCARIOTE, CALCULA DONDE NO SE PUEDE CALCULAR
Evangelio Lunes Santo 11 de abril 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Seis días antes de la Pascua, Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos.  Le dieron allí una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa.  Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume. Dice Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo había de entregar: «¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?» °°° (Juan 12, 1-11). 
            La unción en Betania del Maestro de Nazareth, indica el camino esencial para agradarle a Dios, alabar y bendecir su nombre, cumplir con los deseos de su pensamiento, vivir el Evangelio que él mismo predicó. San Agustín de Hipona, obispo y doctor de la Iglesia propone un seguimiento a los pies del Maestro: “"Toda alma que quiera ser fiel, únase a María para ungir con perfume precioso los pies del Señor... Unja los pies de Jesús: siga las huellas del Señor llevando una vida digna. Seque los pies con los cabellos: si tienes cosas superfluas, dalas a los pobres, y habrás enjugado los pies del Señor".  

El sufrimiento se entiende desde la misma persona de Jesús. No tiene razón de ser, cuando no se lucha por una noble causa; no tiene base cuando no nace de un interés común. No logra su objetivo, porque no persigue la gloria de Dios. No lo podremos vivir, hasta que no se convierta en un bien necesario.
 
            Jesucristo valora y entiende el amor de María al ungir sus pies. Corrige la actitud hipócrita de Judas, quien se vale de la falsa premisa de ayudar a los pobres para mostrar su mezquindad y la avidez en la posesión de los asuntos materiales. El Papa emérito Benedicto XVI utiliza la frase clave: Judas calcula allí donde no se puede calcular, entra con ánimo mezquino en el espacio reservado al amor, al don, a la entrega total. (Homilía, 29 de marzo, 2010). El salvador del mundo propone a María como modelo de lo correcto, lo justo y lo bueno: “Déjala. Esto lo tenía guardado para el día de mi sepultura.” (Juan 12, 7).  
 
            El amor a Dios, el amor a los demás, es y seguirá siendo la consigna prioritaria del mensaje de salvación. El amor exige sacrificio, el amor se mueve en el perdón, el amor acepta la realidad conjunta de la persona, el amor se convierte en esperanza, el amor es el mayor valor que debemos cultivar para entendernos como personas, y para relacionarnos como personas. El amor no admite la hipocresía, el amor no es negociable, el amor centrado exclusivamente en Dios, permite ver las necesidades de los pobres. Así lo da a entender el Hijo de Dios: “A los pobres los tendrán siempre con ustedes” (Juan 12, 8)