CREEMOS EN LA VIDA ETERNA Evangelio Jueves 28 de Abril 2022
CREEMOS
EN LA VIDA ETERNA Evangelio
jueves 28 de abril 2022 Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué “Aquel
que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la
tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo, da testimonio de lo que ha
visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta. El que acepta su testimonio
certifica que Dios es veraz. Porque aquel a quien Dios ha enviado habla la
palabra de Dios, porque da el Espíritu sin medida.” (Juan 3, 31-36).La
vida eterna no es una ilusión, no es una fuga del mundo, sino una poderosa
realidad
que nos llama y compromete a perseverar en la fe y en el amor.En el sacramento del bautismo recibimos la
semilla de la vida eterna. De acuerdo a la profesión de nuestra fe cristiana.
Quien somos católicos declaramos que “Creemos en la vida eterna”. La
Sagrada Escritura nos enseña que: Los que mueren en la gracia y la amistad de
Dios y están perfectamente purificados, viven para siempre con Cristo. Son para
siempre semejantes a Dios, porque lo ven "tal cual es" (1 Juan 3, 2),
cara a cara (cf. 1 Corintios 13, 12) Vivir en el cielo es "estar con
Cristo" (cfr. Juan 14, 3; Filipenses 1, 23; 1 Tesalonicenses 4,17).
Los elegidos viven "en Él", aún más, tienen allí, o mejor, encuentran
allí su verdadera identidad, su propio nombre (cfr. Apocalipsis 2, 17): «Pues
la vida es estar con Cristo; donde está Cristo, allí está la vida, allí está el
reino» (San Ambrosio) (Catecismo Iglesia Católica, # 1023 -1025). La
Iglesia ruega para que nadie se pierda: "Jamás permitas [...] Señor, que nunca me separe de ti" (Oración antes de la Comunión, 132: Misal Romano). Si
bien es verdad que nadie puede salvarse a sí mismo, también es cierto que
"Dios quiere que todos los hombres se salven" (1 Timoteo 2, 4) y
que para Él "todo es posible" (Mateo 19, 26). (Catecismo, # 1058). El Papa Francisco enseña que la
vida eterna empieza en este momento: Si es verdad que Jesús nos resucitará
al final de los tiempos, es también verdad que, en un aspecto, ya estamos
resucitados con Él. ¡La Vida Eterna comienza ya en este momento! Comienza durante
toda la vida hacia aquel momento de la resurrección final ¡Ya estamos
resucitados! De hecho, mediante el Bautismo, estamos insertos en la muerte
y resurrección de Cristo y participamos de una vida nueva, es decir la vida del
Resucitado. (Catequesis, 4 de diciembre, 2013).