LA TRAICIÓN ES ALGO DESPRECIABLE
Evangelio Miércoles Santo 13 de abril 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes, y les dijo: «¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?» Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle. El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer la Pascua?» Él les dijo: «Id a la ciudad, a un tal, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos.» (Mateo 26, 14-25) La traición es algo despreciable en la personalidad, en el espíritu y en la conciencia de un ser humano. Judas Iscariote decepciona totalmente a su Maestro. Algún hermeneuta bíblico afirmaba: La codicia y el deseo de poder encienden el corazón humano y los valores y principios ético-morales más profundos quedan vulnerados. Más allá de la visión fatalista que se le ha dado a la traición de Judas, tenemos que mirarnos en ese espejo para confrontar nuestra vida. ¡Cuántas veces vendemos nuestros principios por un puesto, una prebenda, un ascenso o una condecoración! ¡Cuántas personas, hermanas y hermanos nuestros, han abandonado sus compromisos con los empobrecidos y excluidos, para evitarse conflictos, persecuciones o pérdida de prestigio! Ser coherentes, llegar, de verdad, hasta las últimas consecuencias, no es fácil.” La traición quebranta la lealtad, termina con la fidelidad.