17 de abril de 2022

MUERTE Y RESURRECCIÓN. MISTERIO DE NUESTRA FE. Evangelio Lunes 18 de abril 2022


Muerte y resurrección. Misterio de nuestra fe.    
Evangelio Lunes 18 de abril 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el santo Evangelio: “Las mujeres salieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a los discípulos.  En esto, Jesús salió al encuentro y las saludó.  ellas, acercándose, le abrazaron sus pies y le adoraron. Entonces les dice Jesús: «No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.» Mientras ellas iban, algunos soldados de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado.” (Mateo 28, 8-15). 
 
            El misterio central de nuestra fe, se denomina: la muerte y la resurrección del Maestro de Nazareth. El apóstol san Pablo logra definir esencialmente los dos momentos de ese misterio pascual que celebramos en la Iglesia Católica. Dice el apóstol de los gentiles en su carta a los filipenses: “Cristo, a pesar de su condición divina, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz”.  Así que la vida del Salvador del mundo no termina en un viernes santo, aparece su glorificación. No tiene razón lógica hablar de muerte sin resurrección. afirma el teto bíblico: “Por eso Dios lo levantó, sobre todo, y le concedió el Nombre – sobre – todo – nombre, de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble, y toda lengua proclame ¡Jesucristo es Señor! para gloria de Dios Padre”. (Filipenses 2, 6-11).
 
            La resurrección corre el velo de todo el misterio de Cristo como hombre y como Dios. Reafirma la obra del Padre Celestial con su propósito intenso de la salvación del mundo.  Cristo Jesús ganó la libertad para todos aquellos que se atrevieron a creer en su resurrección, para quien no teme decirle “Tú eres el Mesías, el que debía venir al mundo”, para quien osa predicar su nombre en todo lugar.  La resurrección es una verdad fundamental del cristianismo. Cristo verdaderamente resucitó por el poder de Dios. No se trata de un fantasma, ni una mera fuerza de energía, ni de un cuerpo revivido como el de Lázaro que volvió a morir. La presencia de Jesús resucitado no se trata de alucinaciones por parte de los Apóstoles. 
 
            Los cristianos no solo creemos en la resurrección de Jesús sino también en "la resurrección de la carne", como profesamos en el credo de los Apóstoles, es decir en la resurrección de todos los hombres. El apóstol san Pablo, así lo enseñó: "Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos. Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo" (1 Corintios 15, 21,22)