1 de abril de 2022

NINGUNA PERSONA ESTÁ EXENTA DE PECADO. Evangelio Domingo 3 de Abril 2022

NINGUNA PERSONA ESTÁ EXENTA DE PECADO 
Evangelio para el domingo 3 de abril 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el santo Evangelio: “Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?»  Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra.» °°° Juan 8, 1-11. 

El juicio imprecativo y ofensivo nunca ha servido como medio de evangelización, como inquisición ante los errores que cometen las personas, como pena de muerte a quien no cumpla con esa ley establecida.  La corrección fraterna que nace del amor al hermano y la necesidad de desear lo mejor para los demás, es el camino que indica Dios en su Reino: 

El Hijo de Dios actúa conforme al pensamiento de su Padre celestial y no conforme a la forma común de pensar en hombres y mujeres. El Nazareno no acepta la pena de muerte como remedio de conversión. Él se opone a la mentalidad humana. (cfr. Deuteronomio 22, 23-24). Su principio es el amor y el perdón: El Maestro propone la caridad y la misericordia: “Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no peques más “. (Juan 8, 11). 
 
            No es del orden de la caridad sacarle en cara a los demás sus debilidades, gozarse del dolor ajeno, compararse con los demás, tomar como punto de reflexión los errores de quienes nos rodean; eso, no construye ni edifica a nadie.  De acuerdo al Catecismo de nuestra Iglesia Católica, La Tradición de la Iglesia ha entendido el sexto mandamiento como referido a la globalidad de la sexualidad humana. (# 2336). 

San Juan Pablo II, Papa, define y proyecta perfectamente la enseñanza de la teología moral sobre el ser humano. Se trata de la teología del cuerpo. Dice el santo padre: la persona no puede vivir su amor ni expresarlo si no es en y a través de su cuerpo sexuado. Por eso las catequesis se centran en la búsqueda del significado del cuerpo humano marcado por la masculinidad y feminidad. Es la sexualidad la que sostiene la conciencia y expresa en el cuerpo la vocación al amor.

El catecismo católico recomienda la virtud de la templanza y el dominio de sí ante la vivencia de la sexualidad humana: “El dominio de sí es una obra que dura toda la vida. Nunca se la considerará adquirida de una vez para siempre. Supone un esfuerzo reiterado en todas las edades de la vida (cfr. Tito 2, 1-6). El esfuerzo requerido puede ser más intenso en ciertas épocas, como cuando se forma la personalidad, durante la infancia y la adolescencia.” (# 2342).