16 de junio de 2022

¿DÓNDE ESTÁ EL TESORO DE LA FELICIDAD? Evangelio Viernes 17 de Junio 2022


¿
DÓNDE ESTÁ EL TESORO DE LA FELICIDAD?          
Evangelio Viernes 17 de junio 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Dijo Jesús a sus discípulos: No atesoren tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesoren tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman, ni ladrones que abran boquetes y roben. Donde está tu tesoro, allí está tu corazón.” Mateo 6, 19-23. 
 
            La Sagrada Biblia expresa el Reino de Dios, como un sistema de vida, planteado por el Salvador del mundo, diseñado en la mente del Padre celestial. Lo que en el fondo Dios quiere, es que reine la justica, la caridad, el amor, la misericordia. Por encima debe estar el Reino de Dios, los tesoros de su amor. Debemos aprender a vivir en una sociedad, según el modelo del Reino: eso implica entender que estamos hablando del reinado o la soberanía de Dios sobre todas las cosas. No hay que confundir el poder de Dios que está en su reino con el poder de los hombres que está en el dinero, en los bienes temporales. 
 
Razón suficiente tiene el Papa Francisco cuando previene a todos los que somos creyentes, para que estemos atentos y vigilantes ante los tres tesoros que pueden desviar nuestra felicidad y comprometer propiamente la misma eternidad. Dice el Santo Padre. El primer mal llamado tesoro son: el oro el dinero, las riquezas. “Si tú acumulas como un tesoro, te roban el alma”. Segundo, el tesoro de la vanidad. Su fin es obtener el prestigio. El Hijo de Dios pone a pensar a los doctores de la ley. “Cuando ores, entra en tu cuarto. Cuando ayunes no pongas cara triste como los hipócritas. Cuida de no practicar la justicia delante de los demás.” (Mateo 6, 1-6). Tercero, el orgullo, el poder. Cuántos grandes, orgullosos, hombres y mujeres de poder han terminado en el anonimato, en la miseria. (Homilía, 20 de julio 2014).
 
Una buena escala de valores para la vida, es lograr encontrar los tesoros suficientes para ser feliz. Los tesoros, para sentirse seguro. Los tesoros que te harán sentir feliz de lo que eres y de lo que crees. Todo adquiere sentido allí, en el Evangelio, donde encuentras ese tesoro, que Jesús llama «el reino de Dios», es decir, Dios reina en tu vida, en nuestra vida. la alegría de haber encontrado el tesoro del reino de Dios se transparenta, se ve. El cristiano no puede mantener oculta su fe, porque se transparenta en cada palabra, en cada gesto. Un buen creyente no desatiende los avisos de su Maestro: “La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo tendrá luz. (Mateo 6, 22).  Cuando una persona descubre a Dios como su gran tesoro, se atreverá a decir: Más estimo yo los preceptos de tu boca que miles de monedas de oro y plata. (cfr. Salmo 119).