14 de junio de 2022

HAY QUE SER CARITATIVOS SIN OSTENTACIÓN Evangelio Miércoles 15 de Junio 2022


HAY QUE SER CARITATIVOS SIN OSTENTACIÓN         
Evangelio Miércoles 15 de junio 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Dijo Jesús a sus discípulos: Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.” °°° Mateo 6, 1-6. 16-18.
 
            Quien cree en Dios, quien cultiva su fe, quien educa su fe, quien se dispone desde la humildad a dejarse guiar por el Espíritu de Dios, necesariamente sabe la respuesta indicada, en el momento preciso. No hay lugar a la duda, no hay lugar a la espera, la palabra brota de un corazón lleno de la Gracia del Señor.  Por ejemplo: Nunca hay que esperar recompensa ante las obras de caridad, justicia y misericordia para con las demás personas. La persona que hace el bien, si es un buen creyente, estará más interesado en glorificar a Dios: “Que todo sea para la gloria de Dios”. 
 
            Existen tres obras de piedad, previstas en la ley Mosaica, según la Sagrada Escritura. Ellas nos indican el camino correcto a seguir y por supuesto que muestran los deseos del corazón de Dios. Así lo explica el Papa Francisco: Jesús relee las tres obras de piedad previstas en la ley mosaica: la limosna, la oración y el ayuno. Y distingue el hecho externo del hecho interno, de ese llanto del corazón. A lo largo del tiempo estas prescripciones habían sido corroídas por la herrumbre del formalismo exterior o, incluso, se habían transformado en un signo de superioridad social. Jesús pone de relieve una tentación común en estas tres obras, que se puede resumir precisamente en la hipocresía. Cuando se hace algo bueno, casi instintivamente nace en nosotros el deseo de ser estimados y admirados por esta buena acción, para tener una satisfacción. Jesús nos invita a hacer estas obras sin ninguna ostentación, y a confiar únicamente en la recompensa del Padre “que ve en lo secreto”. (Homilía, 23 de febrero de 2014).
 
            No existe la posibilidad de amar, mientras no se tenga la razón de hacer el bien. Dice la Escritura: El amor es paciente, bondadoso, no rencoroso, no hipócrita, no busca el interés. Se goza con la verdad. (cfr. 1 Corintios 13, 4-13).  A la forma teatral de actuar de los hipócritas debe oponerse la autenticidad del actuar cristiano. El único que ve en lo escondido se llama Dios, y Él es el único que nos puede recompensar.  Toda persona hipócrita, miente y simula ante una sociedad. ¿Puede existir una hipocresía en la vivencia de la fe? Si, lo profetizó Isaías: Me honran solo con los labios. (cfr. Mateo 15, 7-9).