QUIEN ESTIMA SU FE, ESTÁ ATENTO A LOS FALSOS PROFETAS.
QUIEN
ESTIMA SU FE, ESTÁ ATENTO A LOS FALSOS PROFETAS Evangelio
Miércoles 22 de junio 2022 Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué “Dijo
Jesús a sus discípulos: Cuidado con los falsos profetas, se acercan con piel de
oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán. A ver,
¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos
dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos.” Mateo 7, 15-20. Las advertencias permiten conocer
el camino correcto de la fe. Nos evitan caer en la tentación. Nos dan mucha
seguridad en lo que somos y hacemos en nuestra vida cotidiana. Quien desee
llegar muy lejos en su vida de fe y de Gracia, será una persona muy atenta a
las advertencias del Hijo de Dios.San
Pío de Pietrelcina decía: “el demonio es como un perro rabioso atado a una
cadena, si no te acercas no podrá morderte. Y si caemos, ¿por qué avergonzarnos
de un Dios tan bueno a la hora de pedirle perdón?”. Nuestro mayor enemigo se
llama “demonio” y ¿qué es el demonio?: la hipocresía, la falsedad, la
mentira, las apariencias, el orgullo, la vanidad, el odio, el rencor, la
persecución. De ese diablo rabioso es que el Hijo de Nazareth nos quiere
proponer estar atentos y vigilantes. La Sagrada Escritura contiene una
buena cantidad de advertencias: “ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que
derraman sangre inocente, un corazón que maquina planes perversos, pies que
corren rápidamente hacia el mal.” (Proverbios 6, 16). “Ay de los que planean
la iniquidad y traman el mal.” (Miqueas 2,1). “Guárdense de la levadura de
los fariseos que es la hipocresía.” (Lucas 12,1). “No pueden beber la copa del
Señor y la copa del demonio.” (1 Corintios 10,21). “el que siembra para su
propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el
Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Gálatas 6, 7). “No imiten la
conducta de los fariseos, porque dicen y no hacen.” (Mateo 23, 2). “No se dejen
llamar Maestro, porque uno solo es su maestro.” (Mateo 23,8). “El mayor entre
ustedes debe ser el servidor.” (Mateo 23, 11). Jesucristo nos advierte sobre los
falsos profetas. Así lo explica el Papa Francisco: “lastimosamente existen
personas que hablan de Dios, pero sólo buscan su provecho personal, y en vez de
acercarnos a Dios, nos alejan de Él. En un sentido más personal, todos
tenemos un falso profeta en nuestra carne que tiene la misma función de
alejarnos de Dios, la inclinación al pecado. Este falso profeta es muy
atractivo, siempre intenta convencernos bajo la apariencia de algo apetecible y
bueno, pero es un lobo con piel de oveja que, al atraparnos, nos deja vacíos
porque el supuesto bien que prometía era todo mentira y nos quita la vergüenza
para pecar y nos la devuelve en la confesión. Los falsos profetas son como los
encantadores de serpientes.