23 de junio de 2022

VIVIMOS NUESTRA FE EN CLAVE DE MISERICORDIA Evangelio Viernes 24 de Junio 2022


VIVIMOS NUESTRA FE EN CLAVE DE MISERICORDIA          
Evangelio Viernes 24 de junio 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a los fariseos y a los escribas una parábola: «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido." Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión.” Lucas 15, 3-7.
            Aprendemos a vivir nuestra fe, la vida cristiana, nuestra religión católica, en clave de misericordia. Es uno de los excelentes métodos que el Maestro de los Maestro propuso para poder anunciar el Reino de su Padre celestial. La respuesta ante el lenguaje de Jesucristo para con el mundo judío, justo cuando les proclamó el pasaje de la profecía de Isaías fue: “Se quedaban admirados por su lenguaje de misericordia”. (Lucas 4, 21). Cada persona descubre su fragilidad, su pequeñez, su humildad, cuando escucha y medita atentamente de dónde viene la grandeza, el poder y la misericordia de Dios.
 
            La misericordia es el criterio para saber con seguridad, ¿Quiénes son los verdaderos hijos de Dios? Aquello que la sociedad critica como de mal gusto, o no acorde a un Hijo de Dios, el Hijo de Dios lo convierte en reto para la salvación y practicar la misericordia. Aquello que la sociedad desprecia e instiga, es precisamente lo que debe acoger, lo que se debe pensar con el corazón en la mano. La semántica de la cláusula latina se hace sentir: “Miseris – Cor – dare” (dar el corazón a los míseros). Es lo que Dios acostumbra a hacer.  La misericordia está por encima de cualquier otro criterio.
 
            El Papa Francisco enseña que la misericordia es el latido mismo del corazón de Dios. La misericordia de Dios va más allá de la ley, no humilla ni maltrata, es una caricia sobre las heridas de nuestros pecados.  La misericordia es el modo con que Dios perdona.  La misericordia va más allá y hace la vida de una persona de tal modo que el pecado es arrinconado. (Homilía, 8 de abril 2018). El Sagrados Corazón de Jesús, es como el emblema de su amor, es su presencia de amor y misericordia por la humanidad. Desde el corazón del Maestro, nace la Iglesia, se abren las puertas del cielo. El corazón de Jesús cura nuestra conciencia. El corazón de Dios: purifica, ilumina y unifica nuestra vida cristiana. El corazón del Salvador del mundo, es principio y término de nuestra reconciliación.