LAS OBRAS DEMUESTRAN LA CALIDAD DE FE, DE CADA PERSONA. Evangelio Martes 28 de Junio 2022
LAS
OBRAS DEMUESTRAN LA CALIDAD DE FE DE CADA PERSONA Evangelio
Martes 28 de junio 2022 Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué “Subió
Jesús a la barca y sus discípulos le siguieron. De pronto se levantó en el mar
una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero él
estaba dormido. Acercándose ellos le despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos,
que perecemos!» Díceles: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» Entonces
se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.” Mateo
8, 23-27. La fe es la principal de las
virtudes teologales. Es un don, es una gracia, es una fortaleza, es virtud, es
sabiduría, la fe cualifica a las personas. No es lógico que alguien actúe
contrario a lo que cree, a lo que profesa y a lo que piensa. Si llega a suceder,
es porque la fe está muerta en esa persona, o su fe no alcanza a tener el
tamaño de un granito de mostaza. Lo normal es que toda persona de fe, viva
como alguien justo delante de Dios y de sus hermanos; así lo enseña la
Sagrada Escritura: El justo vivirá por su fe, (Romanos 1, 17). La fe se expresa
en las obras, las obras muestran también la fe. (cf. Santiago 2, 14-17). La causa primera de la fe es Dios.Sus efectos: hombres y mujeres que aprenden a
hacer la voluntad de Dios porque le creen a Dios. Los alcances de la fe se
prolongan en el cumplimiento fiel de la ley de Dios. No es un mérito personal.
Cumplir lo que Dios propone, es una Gracia de Dios, por el inmenso amor de
Dios: nosotros que somos sus siervos “Hemos hecho lo que debíamos hacer”.
(Lucas 17, 10). En la fe entran la inteligencia y la voluntad; los actos
de fe son actos humanos. Cuando la inteligencia no permite la compañía de la
Fe, sigue sin entender aquello que sobre pasa la razón. La fe sin la
caridad, no da frutos. El Papa Francisco da orientaciones
precisas y consejos acerca de la fe. Por ejemplo: Jesús llamó «bienaventurado»
a Simón por su fe, reconociendo en ella un don especial del Padre, y le
dijo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia».Hagamos más bien de la fe nuestra vida.
Intentemos practicarla a través del servicio a los hermanos, especialmente de
los más necesitados. Entonces muchas dudas desaparecen, porque sentimos la
presencia de Dios y la verdad del Evangelio en el amor que, sin nuestro mérito,
vive en nosotros y compartimos con los demás. La oración es el respiro de la
fe. Con la pequeñísima fe que tenemos, pero que es fuerte. Con esta fuerza
dar testimonio de Jesucristo, ser cristianos con la vida, con nuestro
testimonio. La fe se hace más viva, cuanto más se comparte.