24 de mayo de 2023

EL AMOR CREA LA UNIDAD PERFECTA Evangelio jueves 25 de mayo 2023


EL AMOR CREA LA UNIDAD PERFECTA
       
Evangelio jueves 25 de mayo 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: «Padre, no sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que van a creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado.
 
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí para que su unidad sea perfecta y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas, como me amas a mí.” °°° Juan 17, 20-26.
 
            La oración es y seguirá siendo el soporte para la evangelización y la obra de la Iglesia Católica en el mundo. La oración logra la presencia de Dios en el quehacer de la Iglesia y la sabiduría como se debe llevar a cabo dicha obra evangelizadora.  Jesucristo enseña a orar de dos maneras: una dándole gracias a su Padre y encomendándole la obra que él realizó en nombre suyo. Dos, orando por sus seguidores, para que ellos logren su mismo éxito teniendo como base la oración y la sabiduría de sus consejos.
 
            ¿Qué aconseja el Maestro a sus seguidores? Lo primero, la unidad, que puedan llevar a cabo todo su quehacer pastoral y caritativo, conservando la unidad en la obra. “Para que sean perfectos en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me has enviado. Lo segundo, que todo discípulo der Jesucristo, logre contemplar la gloria de Jesucristo en la eternidad. “Para que vean mi gloria, que me has dado”. Lo tercero, el amor es signo de unidad y de convivencia cristiana. “Para que el amor que tú me diste esté en ellos y yo también esté con ellos”.
 
            El Papa Francisco enseña que la comunión es esencial en la Iglesia. El enemigo de Dios y del hombre, el diablo, no puede nada contra el Evangelio, contra la humilde fuerza de la oración y de los sacramentos, pero puede hacer mucho daño a la Iglesia tentando nuestra humanidad. Provoca la presunción, el juicio sobre los demás, las cerrazones y las divisiones.
 
Él mismo es “el que divide” y a menudo comienza haciéndonos creer que somos buenos, quizá mejor que los demás: así tiene el terreno listo para sembrar la cizaña. Es la tentación de todas las comunidades y se puede insinuar también en los carismas más bonitos de la Iglesia. (cfr. Homilía, 18 de marzo, 2016).
 
El apóstol san Pablo indica cómo se logra la unidad entre los discípulos de Jesucristo: revístanse de sentimientos de compasión, de benevolencia, de humildad, de mansedumbre y de paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. Revístanse del amor, que crea la unidad perfecta.” (Colosenses 3, 12-13).
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https://youtu.be/tPpgdBmwPjc  👆