9 de mayo de 2023

SIN LA GRACIA DE DIOS NO PODEMOS HACER NADA. Evangelio miércoles 10 de mayo 2023


SIN LA GRACIA DE DIOS NO PODEMOS HACER NADA
     
Evangelio miércoles 10 de mayo 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
«Jesús dijo a sus discípulos: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros.Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada.” °°° Juan 15, 1-8.
 
            La unidad con Jesucristo define la vocación, la misión y el éxito de la vida de un discípulo.  La fuerza de la unidad reside en la Gracia del Espíritu Santo. Nadie puede decir que Jesús es el Señor, si no es por Gracia del Espíritu de Dios. Existen variedad de carismas y de talentos, pero la unidad está en un mismo espíritu. Hay una buena variedad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Se pueden realizar diversidad de obras en la Iglesia, pero sabiendo que Dios es el mismo y obra de así en todos.
 
 El Espíritu de Dios regala todas las riquezas espirituales, carismas, para que un discípulo pueda cumplir con su misión, guardando el secreto divino: “Todo es para el provecho común”. Todos los talentos que reciben las personas son obra del mismo Espíritu Santo de Dios. (cfr. 1 Corintios 12, 1-11).  Así pues, si todo es obra del Espíritu de Dios, el éxito estaría en estar unidos a Dios y es la magnífica forma de frutos en abundancia en su misma Iglesia. Separados de Dios, nos convertimos en autoritarios de la obra de Dios. 
 
            Un buen ejemplo es que existe una profunda unidad entre el Padre y el Hijo. La misión del Hijo es la de revelar el amor del Padre (Juan 17,6-8). Jesús llega a proclamar: "Yo y el Padre somos una cosa sola" (Juan 10, 30). Entre Jesús y el Padre hay una unidad tan intensa que quienquiera que ve el rostro de uno, ve también el rostro del otro. 

    Y revelando al Padre, Jesús comunica un espíritu nuevo " el Espíritu de la Verdad que procede del Padre" (Juan 15,26) Los cristianos miraban la unidad de Dios para poder entender la unidad que debía existir entre ellos. (Juan 13, 34-35; 17,21).
 
San Juan Pablo II enseñaba: “Para realizar esto, debéis permanecer unidos a Cristo. Sus palabras son la base de vuestra eficacia: "Yo soy la vid. Vosotros los sarmientos... porque sin mí no podéis hacer nada" (Juan 15,5). 

    Él os llama también hoy a un mayor amor, porque os invita a una permanente conversión del corazón. Os llama a una mayor unión con El en su Iglesia, pues es allí donde le encontráis. Y la unión con Cristo en su Iglesia es la condición esencial de toda vuestra eficacia apostólica.” (cfr. Discurso en Filipinas, 20 de febrero, 1981).
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https://youtu.be/2er5w5gaVlI  ✋