EL DISCÍPULO CONOCE Y REVELA A SU MAESTRO
Evangelio jueves 4 de mayo 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a Tomás: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”. Felipe le dijo: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”.
Jesús le
respondió: “Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me
conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: Muéstranos al
Padre” ¿No crees que Yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? °°° Juan
14, 6-14.
Quien conoce a Jesús de Nazareth
necesariamente sabe quién es el Padre celestial. A lo largo de la historia
de la salvación, se puede contemplar el rostro del Padre y el ser de su Hijo
Jesucristo. El rostro del Padre, sería tan interesante que el mundo llegó a la
conclusión de que lo llamarían “Padre” por la grandeza de su ser, su misericordia,
su bondad, su interés común. Gracias al
espíritu de adopción podemos llamar a Dios “Padre” (Romanos 8, 15);
El espíritu del
Hijo de Dios lo llama “Padre” (Gálatas 4, 6); El Salvador del mundo se pone a
disposición del Padre celestial ante la inminencia de su muerte por la
salvación de la humanidad y le dice “Padre que se haga lo que tú quieras”
(Marcos 14, 36).
La Predicación del Maestro de Nazareth
tiene como fundamento cumplir con la misión que su “Padre” le encomendó.
Logra el éxito de su misión gracias a que anuncia y proclama solo lo que su
“Padre” le indicó y solo en nombre de su “Padre”. Así pues, que no hay lugar a
equivocación, quien escucha al Hijo sabe la voluntad del Padre.
Por ejemplo:
“Amen a sus enemigos, así serán hijos de su Padre celestial”. “Sean perfectos,
como el Padre celestial es perfecto” (cfr. Mateo 5, 38-48). Jesús imitó al Padre y reveló su amor.
Cada gesto, cada palabra de Jesús, desde el nacimiento hasta la hora de morir
en la cruz, era una expresión de ese amor por su “Padre”.
Dos personajes, dos apóstoles, dos fieles
seguidores del Maestro se convirtieron en excelentes ejemplos de aquella
persona que se identifica con su “Señor”. Felipe y Santiago, apóstoles y
mártires. Ambos hicieron la voluntad de su Maestro. Felipe tuvo una buena
experiencia con san Juan el bautista. Se consagró como apóstol. Tuvo un hermoso
deseo, conocer al Padre celestial. Anunció el Evangelio en la región de Frigia,
muere crucificado en Hierápolis.
Santiago es un
apóstol muy particular, es primo del Maestro, su madre es pariente de la Virgen
María. Su tema fundamental es “La fe sin obras, está muerta”. Murió mártir
defendiendo la verdad: “Jesús es el enviado de Dios para salvación de los que
quieran salvarse.”
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/ZnC1OyuDyxY 👆
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