30 de enero de 2024

CREO PARA PODER ENTENDER Evangelio miércoles 31 de enero 2024


CREO PARA PODER ENTENDER
         
Evangelio miércoles 31 de enero 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús se fue de Allí a su propia tierra, y sus discípulos fueron con Él. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga y muchos oyeron a Jesús y se preguntaron admirados: ¿Dónde aprendió estas tantas cosas?
¿De dónde ha sacado esa sabiduría y los milagros que hace? ¿No es este el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no viven sus hermanos aquí entre nosotros? Y no tenían Fe en Él. Pero Jesús les dijo: «En todas partes se honra a un profeta menos en su propia tierra, entre sus parientes y en su propia casa.» °°° Marcos 6, 1-6.
 
            ¿Cómo podemos enfrentar los problemas serios de la incredulidad? Buena pregunta, para quien desee purificar su fe. La fe madura y progresa en la medida en que cada persona la alimenta en la Palabra de Dios, la centra en la persona de Cristo Jesús. La fe va en comunión con la razón del ser humano.
 
San Juan Pablo II enseñó que: la fe y la razón son como las dos alas, con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del hombre, el deseo de conocer la verdad. (cfr. Encíclica Fides et Ratio).
 
            San Agustín de Hipona solucionó el problema histórico entre la fe y la razón diciendo: No podemos entender si no tenemos la razón. Toda persona quiere entender. El asunto con la fe es distinto, no todos quieren creer. La conclusión sería: Credo ut intellegas. Cree y entenderás.
El santo de Hipona recordaba el texto bíblico: “Me conocen y no me conocen. Saben de dónde vengo y no lo saben. soy Jesús de Nazaret, también conocen a mis padres”.
 
            La incredulidad propicia escándalos en la comunidad, en la Iglesia, en los misterios de la fe, en la misma misión. La historia bíblica nos permite saber no pudo realizar muchos milagros en Nazaret, porque la pobreza de la fe de sus gentes lo convirtió en un escándalo.
 
            Escándalo es el ambiente más propicio para descubrir el velo de la incredulidad. Jesús se hace piedra de escándalo, pone a prueba la fe del pueblo (Isaías 8, 14-15). El Maestro se convierte en signo de contradicción (Lucas 2,34-35).
 
Muchos todavía no aceptan el misterio de la encarnación. Y es precisamente allí donde está la esencia del cristianismo: “El origen, la razón de ser de todas las cosas, resulta ser un hecho histórico, un hecho humano”. Así lo explicaba el cardenal, Joseph Ratzinger, en su momento).
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