14 de enero de 2024

¿QUÉ SIGNIFICA SER DISCÍPULO DE JESÚS? Papa Francisco.


14 de enero 2024
. ¿Qué significa ser discípulo de Jesús? Ángelus Regina Coeli, Papa Francisco.
Plaza de san Pedro. Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!
El Evangelio de hoy presenta el encuentro de Jesús con los primeros discípulos (ver Juan 1, 35-42). Esta escena nos invita a recordar nuestro primer encuentro con Jesús, cada uno de nosotros ha tenido su primer encuentro con Jesús; de niño, de adolescente, de joven, de adulto, ¿Cuándo conocí a Jesús por primera vez? 

Podemos hacer algo de memoria. Y después de este pensamiento, de este recuerdo, renovar la alegría de seguirlo y preguntarnos: ¿Qué significa ser discípulos de Jesús? Según el Evangelio de hoy podemos tomar tres palabras: buscar a Jesús, habitar con Jesús, anunciar a Jesús.
 
Primero que nada, buscar. Dos discípulos, gracias al testimonio del Bautista, comenzaron a seguir a Jesús y Él, «viendo que le seguían, les dijo: “¿Qué buscáis?”» (v. 38). Estas son las primeras palabras que Jesús les dirige: ante todo los invita a mirar dentro de sí mismos, a preguntarse por los deseos que llevan en el corazón. "¿Qué estás buscando?". El Señor no quiere hacer prosélitos, no quiere "seguidores" superficiales, el Señor quiere personas que se interroguen y se dejen interpelar por su Palabra. Por eso, para ser discípulos de Jesús debemos ante todo buscarlo, tener un corazón abierto, escudriñador, no un corazón saciado o satisfecho.
 
¿Qué buscaban aquellos primeros discípulos? Lo vemos a través del segundo verbo: permanecer. No buscaban noticias ni información sobre Dios, ni señales ni milagros, sino que querían encontrar al Mesías, hablar con Él, estar con Él, escucharlo. ¿Cuál es la primera pregunta que hacen? "¿Dónde vive?" (v. 38). Y Cristo les invita a quedarse con Él: "Venid y ved" (v. 39). Estar con Él, permanecer con Él, esto es lo más importante para el discípulo del Señor. La fe, en definitiva, no es una teoría, no, es un encuentro, es ir a ver dónde vive el Señor y habita con Él. Encontrar al Señor y habitar con Él.
 
Busca, habita y, finalmente, proclama. Los discípulos buscaban a Jesús, luego fueron con Él y pasaron toda la tarde con Él. Y ahora a anunciar. Regresan y anuncian. Busca, habita, anuncia. ¿Estoy buscando a Jesús? ¿Permanezco en Jesús? ¿Tengo el coraje de anunciar a Jesús? Aquel primer encuentro con Jesús fue una experiencia tan fuerte que los dos discípulos recordaron la hora para siempre: "eran como las cuatro de la tarde" (v. 39).

 Esto demuestra la fuerza de aquel encuentro. Y su corazón estaba tan lleno de alegría que inmediatamente sintieron la necesidad de comunicar el don que habían recibido. De hecho, uno de los dos, Andrés, no tarda en compartirlo con su hermano.
 
Hermanos y hermanas, hoy también nosotros recordamos nuestro primer encuentro con el Señor. Cada uno de nosotros hemos tenido nuestro primer encuentro, tanto dentro de la familia como fuera... ¿Cuándo encontré al Señor? ¿Cuándo tocó el Señor mi corazón? Y nos preguntamos: ¿somos todavía discípulos enamorados del Señor, buscamos al Señor o nos hemos asentado en una fe hecha de hábitos? 

¿Permanecemos con Él en oración, sabemos estar en silencio con Él? ¿Sé habitar en oración con el Señor, permanecer en silencio con Él? ¿Y entonces sentimos el deseo de compartir, de anunciar esta belleza del encuentro con el Señor?
 
Santa María, primera discípula de Jesús, danos el deseo de buscarlo, de estar con él y anunciarlo. Fuente: Vatican. Va.