Evangelio viernes 19 de enero
2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
a Santiago
el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre
Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo,
Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el
mismo que le entregó.” Marcos 3, 13-19.
Al Hijo de Dios se le ocurrió la
sabia idea de elegir hombres para que a través de una buena experiencia de la
Palabra y de la espiritualidad cristiana, se convirtieran en mensajeros del amor de Dios. Esto lo
irían a lograr siendo fieles al mandato de la Palabra divina, demostrándolo con
su manera de actuar, de hablar y de comunicarse con los demás. Jesucristo
quiere mensajeros del amor.
Los
mensajeros de Dios se deben distinguir en medio de la comunidad. Son
aquellas personas que hacen la voluntad de Dios. (cfr. Salmo 37). Luchan
siempre por la paz. (cfr. Mateo 5, 9). Trata correctamente a los demás. (cfr.
Lucas 6, 31). Nunca se le ocurre ser juez de los demás. (cfr. Lucas 6, 37). No
se creen más que su Maestro. (Lucas 6, 40). No se fija en los defectos de los
demás. (cfr. Lucas 6, 41). Es una persona que sabe dar buenos frutos. (cfr.
Lucas 6, 43) Es prudente y es sensato. (cfr. Lucas 6, 46). Siempre son personas
misericordiosas (Lucas 6, 6).
El
Papa Francisco nos enseña la identidad de un buen mensajero de Dios. Dice
el santo Padre: "el discipulado es la verdadera identidad del cristiano, y
será el discipulado lo que te dará la libertad. El discípulo es un hombre libre
porque permanece en el Señor. Y permanecer en el Señor, ¿qué significa?: Dejarse guiar por el Espíritu Santo".
"Aquellos
que permanecen en la Palabra de Jesús, tienen la específica identidad
cristiana, y ¿cuál es?: 'Sois de verdad mis discípulos'. La identidad cristiana
no es una carta de identidad que diga 'yo soy cristiano'. No. La identidad cristiana es el discipulado.
Tú, si permaneces en el Señor, en la Palabra del Señor, en la vida del Señor,
serás discípulo". "si no permaneces en el Señor serás uno que
simpatiza con la doctrina, que sigue a Jesús como un hombre que hace mucha
beneficencia, que es muy bueno, que tiene valores justos", pero no un
discípulo. Es un hombre libre.
Nunca
sujeto a ideologías, a doctrinas dentro de la vida cristiana, doctrinas que
pueden discutirse… Permanece en el Señor. Es el Espíritu que lo inspira".
(cfr. Homilía, 1 de abril, 2020).
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