Evangelio martes 16 de enero 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
¿Cómo entró
en la casa de Dios, bajo el pontificado de Abiatar, y comió de los panes de la
proposición, que no es lícito comer sino a los sacerdotes, y los dio asimismo y
a los suyos? Y añadió: El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre
para el sábado. Y dueño del sábado es el Hijo del hombre.». Marcos 2,
23-28.
San
Juan Pablo II enseñaba que el error y el mal deben ser combatidos, pero el
hombre que se equivoca debe ser comprendido y amado. Tiene toda la razón el
santo. Jesús de Nazareth utiliza muy bien las controversias para dejar grandes
enseñanzas. Por ejemplo: El sábado se hizo para el hombre. O, no he venido a
llamar a los justos. Es muy importante en materia de religión aprender a
distinguir entre lo que le gusta y le agrada a Dios y lo que interrumpe la
voluntad de Dios. El punto no es cumplir
por cumplir. El asunto es, la caridad se impone ante el momento oportuno.
Para
Dios es importante el día del reposo, en orden al trabajo que cada persona
produce o a la satisfacción que se pueda sentir por la misión cumplida.
“Acuérdate del día de reposo para santificarlo” (Éxodo 20, 8-11). Dios se
sintió feliz de la obra realizada y descansó. (cfr. Génesis 2, 2). El Rey David
supo dar respuesta a un momento difícil en su vida y en su misión. Tuvo que
salir huyendo de las amenazas de Saúl y buscó comida para él y sus
acompañantes. (cfr. 1 Samuel 21, 1-6).
Cuando
alguien creyente conoce muy bien la obra de Dios, entiende perfectamente que el
descanso es como un halago a la obra que debemos realizar. El Nazareno llevó su
misión hasta su plenitud y terminó diciendo “Todo se ha consumado”. (Juan
19,30).
El
Papa Francisco nos pide estar atentos a todos aquellos cristianos apegados
tanto a la ley, pero descuidan la justicia. ¿Qué es más importante, el
cuarto mandamiento o el templo? «El camino para ser fieles a la ley, sin
descuidar la justicia, sin descuidar el amor es el camino contrario», «es el
camino contrario: del amor a la integridad; del amor al discernimiento; del
amor a la ley» El otro camino, el de
estar pegados únicamente a la ley, a la letra de la ley, lleva al cierre,
al egoísmo. (cfr. Homilía, 31 de octubre, 2014).
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