Evangelio miércoles 10 de enero
2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
Él se le
acercó, la tomó de la mano y la ayudó a ponerse de pie. La fiebre se le quitó y
ella comenzó a servirles. Por la tarde, después del atardecer, trajeron a Jesús
a todos los enfermos y a las personas que estaban poseídas por demonios. De
manera que toda la gente de la ciudad se había reunido frente a la casa. Jesús sanó a muchas personas de todo tipo de
enfermedades y expulsó a muchos demonios” °°° Marcos 1, 29-39.
Hacer
siempre el bien debe ser la consigna de toda aquella persona que cree en Dios y
conoce la Palabra de su Señor. El Hijo de Dios se distinguió a lo largo de
su ministerio, su fama estaba en servir, atender, escuchar, sanar, liberar,
sacar demonios, dar de comer, perdonar, etc. El común denominador es hacer el bien. Muchos judíos se maravillaban de que el
Maestro todo lo hace bien, siempre busca el bien. En la mente del Nazareno
siempre estaba el hecho de avanzar, visitar más comunidades, hacer mucho bien a
los demás. (cfr. Marcos 1, 39).
Jesús hace tanto bien por la
humanidad, porque sabe lo que está haciendo, y lo hace con seguridad pensando en el otro. Jesucristo se convierte
en nuestro modelo de: Profeta, apóstol, misionero, Maestro: Él todo lo hace
bien. No solo se contentó Dios con hacerlo
bien, sino que le puso el toque del amor, la comprensión, la libertad, el
futuro.
Logró la
conexión perfecta de lo terrestre con lo celeste, lo divino con lo humano, lo
humano con lo natural. Una sinfonía perfecta de luz, vida, oxigeno, esperanzas,
ilusiones, trabajos, comunidad, pueblos, tierra, etc.
San Pedro, cabeza de la Iglesia
Católica, presenta a su Maestro diciendo: “Conocen lo que pasó en el país de
los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en
Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del
Espíritu Santo, que pasó haciendo el
bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con El.
Nosotros
somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén.” (Hechos 10,
34-35). Santo Tomás afirmaba que el amor es procurar siempre el bien a los
demás.
El
Papa Francisco nos recomienda: «No
nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos
los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos
el bien a todos» (cfr. Gálatas 6, 9-10a). Hacer el bien con la práctica de las
virtudes cristianas de la oración, el ayuno y la caridad. (cfr. Mensaje
cuaresmal, 2022).
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