14 de enero de 2024

¿POR QUÉ AYUNAN? Evangelio lunes 15 de enero 2024


¿POR QUÉ AYUNAN?
      
Evangelio lunes 15 de enero 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos estaban ayunando y algunas personas acercándose a Jesús le dijeron: “Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, pero ¿por qué tus discípulos no ayunan? Jesús les respondió: “¿Pueden los invitados a la boda ayunar mientras el novio está con ellos?”
 
¡Mientras el novio esté presente con ellos no pueden ayunar!  Pero vendrá el tiempo cuando el novio será quitado de en medio de ellos, entonces ayunarán aquel día”. “Nadie usa una tela nueva para arreglar una prenda vieja; porque el parche nuevo encoge y rasga la prenda vieja, ensanchando el agujero.” °°° Marcos 2, 18-22.
 
            El Salvador del mundo nos invita a salir de la rutina, de la pesadez diaria, de la pasividad, la falta de esfuerzo. Necesitamos ponerle más voluntad a nuestra vida de fe, a lo que hacemos diariamente, a lo que emprendemos. “A vino nuevo, odres nuevos”. No tiene lógica, no tiene razón de ser, vivir una religión, sin esfuerzo, sin sacrificio, sin progreso, sin superación de debilidades.
 
            La penitencia encuentra su sentido cuando la persona que la practica siente que su vida está cambiando, ha ido madurando en su fe, ha mejorado sus relaciones con los demás, ha podido contrarrestar las tentaciones y debilidades humanas. Una cosa le da la mano a la otra. Cuando esto no sucede. La pregunta sería: ¿Para qué ayunan? Hay que guardar el equilibrio en la toma de decisiones.
 
Como creyente no puedo llegar a la conclusión que no cumplo con la penitencia porque mi vida no cambia. Al contrario, la vida empeora. La buena proposición sería pensar qué debo corregir para poder vivir correctamente mi religión.
 
            San Pedro Crisólogo, obispo italiano y doctor de la Iglesia Católica le daba mucha importancia al ayuno en la vida cristiana diciendo: «El ayuno es paz para el cuerpo, fuerza de las mentes, vigor de las almas» (Sermo VII: de ieiunio 3), y más aún: «El ayuno es el timón de la vida humana y rige toda la nave de nuestro cuerpo» En el dominio de las propias pasiones y en el rechazar los malos deseos reside la verdadera grandeza de un ser humano. 
 
            El Papa Benedicto XVI enseñaba: el ayuno es una gran ayuda para evitar el pecado y todo lo que induce a él.  "el verdadero ayuno tiene como finalidad comer el 'alimento verdadero', que es hacer la voluntad del Padre". (cfr. Mensaje cuaresma, 2009).
 
El Papa Francisco aclara que el verdadero ayuno implica la humildad y la coherencia de reconocer y corregir los propios pecados. (cfr. Homilía, 16 de febrero, 2018).
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