2 de enero de 2024

JESUCRISTO ES EL CORDERO DE DIOS Evangelio miércoles 3 de enero 2024


JESUCRISTO ES EL CORDERO DE DIOS   
Evangelio miércoles 3 de enero 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Juan Bautista vio acercarse a Jesús y dijo: “Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que Él fuera manifestado a Israel”.
 
Y Juan dio este testimonio: “He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: «Aquél sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre Él, ése es el que bautiza en el Espíritu Santo». Yo lo he visto y doy testimonio de que Él es el Hijo de Dios”. Juan 1, 29-34.
 
            Hablar con mucha propiedad presentando a Jesús de Nazareth. La pregunta sería ¿Cómo lo logra?, la respuesta es fidelidad máxima a la misión encomendada. Cuando existe este requisito no hay lugar a equivocaciones. Cada representante del Maestro en la tierra, será un excelente representante de Dios en la tierra, siendo fiel a su mandato. 
 
Juan el bautista cumplió perfectamente su misión. Se puede decir que lo logró gracias a su fe, a su formación en la Palabra, a su humildad y sencillez, midió con precisión matemática dónde iniciaba y dónde terminaba su misión.  La esencia estaba en ser el precursor del Salvador del mundo y fue muy fiel a esa tarea.
 
            Hablar en nombre de Jesús el Hijo de Dios, ahí está el secreto de la misión, de la obra evangelizadora, de la catequesis, de la razón de ser de la Iglesia que debe ser Una, Santa, Católica y Apostólica. Lo primero que se le ocurre al Bautista es contarle a la humanidad que quien viene en nombre del Padre celestial es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El sacrificio aparece a lo largo de la historia de la salvación.
 
 Muchos sacrificios se ofrecieron, pero no lograron el objetivo. Llegamos a la conclusión que Jesucristo es el verdadero Cordero de Dios. La Escritura enseña que la religión de la ley tiene una sombra, la sangre de toros no tiene valor para quitar los pecados. La voluntad de Dios es que seamos santificados por la ofrenda única del cuerpo de Cristo Jesús. (cfr. Hebreos 10, 1-13).
 
            El bautista nos enseña con precisión la identidad de quien viene a salvar el mundo. Es el Hijo de Dios, es el Cordero de Dios, es quien quita el pecado del mundo. El Papa Francisco interpreta muy bien el mensaje del Bautista diciendo: “El testimonio de Juan el Bautista nos invita a empezar una y otra vez en nuestro camino de fe: empezar de nuevo desde Jesucristo, el Cordero lleno de misericordia que el Padre ha dado por nosotros.
 
Sorprendámonos una vez más por la elección de Dios de estar de nuestro lado, de solidarizarse con nosotros los pecadores, y de salvar al mundo del mal haciéndose cargo de él totalmente.” (cfr. Ángelus, 19 de enero, 2020).
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