11 de enero de 2022

DIOS TIENE PODER Y AUTORIDAD. Evangelio Martes 11 de Enero 2022

DIOS TIENE PODER Y AUTORIDAD  
Evangelio Martes 11 de enero 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué

“Al llegar a Cafarnaúm, el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:

«¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él». °°° Marcos 1, 21-28.

            Dios es la máxima autoridad. Es Dios quien tiene el poder y él único que puede derrotar el mal.  Tener autoridad, conlleva su razón de ser en la misión que cumple el Salvador del mundo, en nombre de su Padre celestial.  La autoridad moral se fortalece con la verdad; la autoridad moral se pierde con el encubrimiento y con las disculpas. Jesús corrige los desmanes, injusticias y abusos y corrupción de los jefes políticos y les dice que la autoridad es servicio y no dominio. 

El abuso de la autoridad, el creerse el dueño del mundo, reemplazar a Dios, ha causado mucho dolor, angustia, discriminación en el mundo. Recuerda la Escritura: “Apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon” (Mateo 21, 35.)

El profeta Miqueas se adelanta a lo que va suceder posterior a su misión y profetiza al pueblo de Israel quién los va a salvar, y ese que los va a salvar, viene revestido de autoridad y el mismo les regalará el don de la paz. “Estarán sometidos al enemigo hasta el día en que la madre lo dé a luz.  

Entonces los que sobrevivan de sus hermanos volverán a vivir con los hijos de Israel. Investido con la autoridad del Señor, él los apacentará en el nombre glorioso del Señor su Dios. Y extendiendo su poder hasta los confines del orbe, les dará una tierra donde establecerse. Con él vendrá la paz.»  (Miqueas, 5, 1-4).

            Nuestro Papa emérito Benedicto XVI enseña que la autoridad es el poder del amor de Dios. San Atanasio dice que «mandar sobre los demonios y expulsarlos no es obra humana sino divina»; de hecho, el Señor “alejaba de los hombres todos los males y las enfermedades. ¿Quién, viendo su poder… hubiera podido aún dudar que Él fuese el Hijo, la sabiduría y la potencia de Dios?” (Oratio de Incarnatione Verbi 18.19: PG 25, 128 BC.129 B). 

La autoridad divina no es una fuerza de la naturaleza. Es el poder del amor de Dios que crea el universo y, encarnándose en el Hijo unigénito, abajándose a nuestra humanidad, sana al mundo corrompido por el pecado. Romano Guardini escribe: «Toda la vida de Jesús es una traducción del poder en la humildad … es la soberanía que se abaja a la forma de siervo» (Il Potere, Brescia 1999, 141.142). (cfr. Ángelus, 29 de enero, 2012).