Evangelio para el domingo 9 de enero 2022. Un sacramento que contiene Agua y Espíritu Santo. °°° “El pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías. Él tomó la palabra y dijo a todos: Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.” °°° (Lucas 3, 15-16. 21-22). Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
Nuestro catecismo de la Iglesia Católica define el valor trascendental
del sacramento del bautismo. Enseña que es el fundamento de toda la vida
cristiana: “el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso
a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y
regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos
incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión” (Numeral
1213).
Los
católicos aprendemos a vivir y a convivir con los demás, de acuerdo a los
sacramentos que fueron instituidos por Cristo y propuestos en la Iglesia para
llevar una excelente vida cristiana. Cada persona debe ser ejemplo en la
sociedad, de acuerdo a los sacramentos que ha recibido. Por ejemplo, el Hijo de
Dios asume el bautismo: “Nuestro Señor se sometió voluntariamente al Bautismo
de Juan, destinado a los pecadores, para "cumplir toda justicia"
(Mateo 3,15). Este gesto de Jesús es una manifestación de su
"anonadamiento" (Filipenses 2,7). (Catecismo 1224). El Salvador del
mundo le confiere esa misión precisamente a sus apóstoles: "Id, pues, y
haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he
mandado" (Mateo 28,19-20). El Nazareno abre a todos los hombres y mujeres,
la fuente del bautismo.
El
bautismo, se sitúa en esta lógica de la humildad y de la solidaridad. Dice la
Sagrada Escritura: “El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en
el Reino de Dios’. (Juan 3, 5). San Juan Pablo II enseña que el bautismo es
fundamento de la existencia cristiana. Fe y bautismo como el único camino de
salvación: Afirma el libro sagrado: «El que crea y sea bautizado, se salvará;
el que no crea, se condenará» (Marcos 16,16). La conversión, pues, no consiste
sólo en una actitud interior, sino que implica también el ingreso en la
comunidad cristiana a través del bautismo, que obra el perdón de los pecados e
inserta en el Cuerpo místico de Cristo. (Audiencia
1 de abril 1998). Cuida tu salud: El bautismo cristiano es un signo eficaz.