1 de diciembre de 2022

ADVIENTO AÑO 2022 Padre, Jairo Yate Ramírez.


ADVIENTO 2022
. El tiempo de adviento dispone nuestro espíritu y nuestro corazón
para el nacimiento del Salvador del mundo: "Ven Señor Jesús no tardes." (Apocalipsis 22, 17.20). El tiempo de adviento, dispone el espíritu y el corazón para el nacimiento del Salvador del mundo. Orientador: Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué

Adviento es ese tiempo que guarda en sí mismo dos dimensiones que lo caracterizan de cualquier otro evento litúrgico:

Nos permite disponer el espíritu y el corazón para la celebración de la navidad, en la cual se conmemora la primera venida de Jesucristo. También nos traslada a esa dimensión que aún no hemos vivido, como es la segunda venida de Cristo, ante esta realidad se provoca la expectativa del mundo creyente.

La fusión de estas dos ideas es propiciar en el mundo cristiano la vivencia de la esperanza cristiana; la actitud evangélica recomendada es la fe y la vigilancia, es el hambre o la pobreza espiritual. 

Adviento propone vivir en su plenitud la dimensión de la conversión, la llegada de Jesús, su nacimiento para la humanidad, es motivo de cambio, de gozo, de ánimo espiritual, para comenzar una vida nueva. Los personajes centrales que propician el adviento son: Isaías, Juan el Bautista, María, Madre de Jesús, el Espíritu Santo, y san José.  Todos ellos en comunión con otros, vislumbran lo que va a acontecer y dejan ver claro las intenciones y los sentimientos de Dios Padre: Va a venir el Salvador, Aquel que le va a dar a la vida de hombres y mujeres una dimensión nueva según su Reino.

            El profeta Isaías, devenga una importancia suma ante la llegada de Cristo. La Iglesia propone la reflexión sobre esta profecía, justamente antes de la celebración del nacimiento del Señor.  En la Sagrada Biblia, Isaías aparece como el testigo de la santidad de Dios (785-700 A. C), la experiencia de este hombre está ligada a una experiencia extraordinaria de la santidad de Dios, la fuerza de su mensaje está en el deseo de que todos los que lo escuchen puedan creer en el Dios Santo.  En Isaías se encuentra los anuncios de la venida de Jesús, por ejemplo, lo denomina el “Emmanuel”; presenta a Dios como Aquel que libera de la esclavitud, Él es el Señor de la historia, el que nos ama con un corazón de madre. 

Hay textos bíblicos que expresan con mucha exactitud la visión que tenía este profeta sobre la persona del Hijo de Dios, hecho hombre: por ejemplo “He aquí que una doncella está en cinta y va a dar a luz un Hijo y le pondrá por nombre –Emmanuel- (7, 14b) “Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, estará el señorío sobre su nombre y se llamará –maravilla del consejero-”. “Saldrá un vástago del tronco de Jesé y un retoño de sus raíces brotará, reposará sobre El, el Espíritu del Señor… juzgará con justicia a los débiles y sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra” (11, 1-4).

            Dentro del grupo de profetas que vivieron esa historia de Israel, Isaías es quien se destacó como aquel que preanuncio la venida de Cristo, de una forma tan perfecta, que al leer sus escritos a uno le parece que este hombre contempló directamente a Jesucristo, teniendo en cuenta que sus anuncios vienen del año 700 a.C.  Isaías es el profeta que nos refiere las cosas más sublimes del Salvador que está por nacer. Él es también quien nos da la visión más completa y profunda de Cristo; su nacimiento, su sufrimiento y su triunfo en el Misterio Pascual. 

Predica la luz que traerá el Emmanuel.  En los capítulos 7-11 del profeta, encontramos el –libro de Emmanuel- allí están contenidas las grandes profecías sobre ese niño que va a nacer.  El profeta es el primer rayo de luz que anuncia al mundo envuelto en tinieblas la llegada del sol de justicia –Jesucristo-” (cfr. Navidad es luz, Santiago Uribe)

EXISTEN PERSONAJES BÍBLICOS QUE NOS PERMITEN ENTENDER EL ADVIENTO °°°

 


San Juan el Bautista.  Un hombre que causó mucho impacto ante la vida de los judíos, fue controvertido, se comportaba de una manera extraña, era muy elocuente en su hablar, muy estricto en su forma de vivir, muy seguro de la misión que estaba cumpliendo: “Ser el precursor de Cristo”.  Juan se queda en nuestra reflexión de Adviento, como el mensajero de la luz, él nos cuenta quién es Jesús, cuál es su misión, cómo prepararse para recibir la llegada de Jesús: “Conviértanse, porque ha llegado el Reino de los cielos” (Mateo 3,2).

            De Juan aprendemos a ser ese modelo de católicos que tengamos clara nuestra misión en el mundo: ser mensajeros de la luz; hombres y mujeres que practicamos la justicia y la caridad; no olvidamos nuestra condición de bautizados para ser apóstoles del Señor.  Jesús, nos bautizó con Agua y con Espíritu Santo, razón suficiente para pensar en lo que debemos ser: testigos intachables de Jesús en el mundo.  Jesucristo nos deja a Juan como el modelo del verdadero profeta, la persona fiel, aquel que rompe todos los esquemas tradicionales; y no solo eso, el mismo Jesús da testimonio de Juan el bautista: “Entonces qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, les digo, y más que un profeta. Este es de quien está escrito: He aquí que envío mi mensajero delante de ti, que preparará tu camino.  Les digo: No hay entre los nacidos de mujer, ninguno mayor que Juan” (Lucas 7,26-28).

 

            El Ángel de la anunciación.  Descubrimos el inmenso respeto de Dios por nosotros, por la misma obra de la creación, por los deseos de nuestros corazones.  Prefiere para completar su obra, enviar a un mensajero, a manera de consulta; el enviado de Dios es alguien que porta un mensaje que se sale de lo normal, a su vez ofrece las garantías dependiendo de la respuesta afirmativa de quien escucha el llamado y por último deja a libertad de quien lo recibe llevar a cabo esa gran obra con su propia creatividad. 

La Sagrada Escritura, según el Evangelio de san Lucas, 1, 26-38, nos narra ese encuentro sorprendente y maravilloso del Arcángel con la Santísima Virgen María. Existe una intercomunicación dialogal entre Dios, su mensajero y la Virgen. Nos admira la sencillez, la humildad, y la disponibilidad de la Virgen ante este gran evento.  Su respuesta, se convierte en regla de santidad para nosotros: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra”. Con esa sola frase el espíritu de la Virgen le enseño a la historia humana, qué significa estar en la espera del Señor, qué incidencia tiene el Adviento en mi vida de fe, cómo me abro a esa dimensión del nacimiento del Salvador. (cfr. Navidad es luz, Santiago Uribe Jaramillo,)

            El Espíritu Santo.  Sabemos que desde un principio el Espíritu de Dios ha estado presente en toda la obra, en la misma creación del mundo se dice en el Libro del Génesis: El Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas; todos los profetas contaron con la asistencia del Espíritu Santo; la obra de Jesús Hijo del Padre, se llevó a cabo gracias al Espíritu de su Padre, en el momento en que Juan derrama agua sobre la cabeza del Maestro en el río jordán, al instante dice la Escritura: el cielo se abrió en dos partes, bajo el Espíritu en forma de paloma y se posó sobre El, y se escuchó una voz que decía: Este es mi Hijo amado, escuchadlo.

 


           La obra de los apóstoles tuvo un fin glorioso y eclesial, gracias a que Jesús ante de su partida, sopló su aliento sobre ellos y les dio el poder de continuar anunciando su Reino.  El Espíritu Santo, transforma el ser de María Santísima y la convierte en sagrario del Espíritu y Madre del Hijo de Dios.  En todo el tiempo en que la Iglesia se ha preocupado por sembrar la Palabra de Dios en el planeta, ha estado asistida por el Espíritu Santo, no existe ninguna decisión trascendental en la Iglesia, que deba tomarse que no esté pedida en primer lugar al Espíritu Santo.

  Es muy común, oír decir, pidámosle al Espíritu Santo, que se haga la voluntad de Dios, todo depende del Espíritu Santo. (cfr. Navidad es Luz., Santiago Uribe Jaramillo).

            La Santísima Virgen María.  Ella hace siempre la voluntad de Dios. No brillamos por nuestra propia luz, sino que brillamos por Aquel que nos dio esa encomienda de “Id y anunciad el Evangelio a toda criatura” “Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis. “

            Quién es la Santísima Virgen María: 1) Es una persona de fe y acepta la palabra de Dios.  2) Se destaca por ser obediente y muy generosa.  3) La caridad es la bandera de la Virgen (cf. Lucas 1,39-45).  4) María goza de ser sabia, se deja guiar por el Espíritu de Dios.

5) María es una mujer de oración.  6) María enseña la paciencia y la fortaleza ante el dolor. (cf. Juan 19,25). 7) María disfruta de su pobreza y confianza en el Señor. (cf. Lucas 2,7). 8) Siempre una mujer de la Esperanza (cf. Eclesiástico 24,24).  9) María es humilde frente a la misión que le encomendó Dios. (cf. Lucas 1,38).  10) María vive en castidad y pureza (cf. Lucas 1,27-34).  11)María es prudente, sabe agradarle a Dios (cf. Lucas 2, 46-51).

            San José. La Sagrada Escritura no nos muestra grandes episodios de la vida de José, lo que se dice de su vida, es algo muy puntual, como quien dice, hizo lo que debía hacer, en el momento indicado, y eso basta para poder imaginarse qué persona era.  El Evangelio de Mateo nos ubica a José en su ascendencia: “Y Jacob, engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús llamado el Cristo” (1,16).  Expone la capacidad de atención de José a la Palabra de Dios a través del Ángel: “El Ángel del Señor, se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar contigo a María, tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo” (1,20).  Aprendemos de san José su capacidad de obediencia al llamado de Dios, de por sí, una persona humilde, está facultada para escuchar y obedecer, esa virtud la puso en práctica José: “El Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: levántate toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto” (2,19).  

San José llama la atención por el cumplimiento fiel y generoso de su misión. Hombre probado en su fe ante hechos que para él resultaban muy extraños, el estado en que se encuentra su esposa y las penalidades del destierro a Egipto

La Palabra de Dios, debe ser para cada uno de nosotros, la fuente principal para adentrarnos en el Misterio de Dios; el punto de reflexión para edificar nuestra personalidad; el medio por el cual navegan nuestros sentimientos, nuestros afectos, nuestros deseos, nuestras esperanzas, nuestro caminar.  La Sagrada Escritura presenta la Palabra con su fuerza creadora, La Palabra es unificadora: La Palabra es personalizada y a la vez comunitaria; La Palabra es como una semilla que va creciendo hasta lograr convertirse en espiga: " La Palabra no es para ponerla bajo la cama, sino para proclamarla públicamente.

            La Palabra es Universal. La Palabra es tu propio compromiso con Dios y con todos los que te rodean.  No podemos defraudar a Dios después de haber escuchado su Palabra, no podemos continuar en el mismo camino del desorden moral, la mentira, la crítica destructiva, el pietismo, el estar comparándonos a todo momento con los demás, el creer que estamos bien, porque no somos tan malos como los demás. Recuerda, que la Palabra es personal y es comunitaria, es personal porque Dios la dirige hacia ti, y es comunitaria, porque ella misma te indica el camino a vivir en comunión con los demás. Luchemos porque la Palabra, vuelva a tener el valor supremo y delicado que tuvo tiempos atrás, no juguemos con la Palabra, no utilicemos para beneficio propio la Palabra, no mintamos a través de la Palabra, no engañemos con la Palabra.


LA PALABRA DE DIOS EN NUESTRO TIEMPO DE ADVIENTO
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
27 DE NOVIEMBRE 2022
LA VIRTUD DE LA ESPERANZA TIENE COMO BASE LA PACIENCIA

«Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos, así será también la venida del Hijo del hombre. Entonces, estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado; dos mujeres moliendo en el molino: una es tomada, la otra dejada. «Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.” °°° Mateo 24, 37-44

            Hay que comprender y vivir el sentido del tiempo con un espíritu cristiano. El mensaje del Salvador es muy oportuno: “Velen, porque no saben, cuándo vendrá el Señor”. El Mesías viene con una misión específica, la liberación del pueblo. Su mensaje es un llamado a la esperanza, el mundo no permanece igual, el tiempo es diferente, el Misterio de Jesús cambia el rumbo de la historia.   La meta es lograr vivir en este mundo, según el espíritu aprendido de la misma Palabra de Dios. 


SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
4 DE DICIEMBRE 2022
CONVERSIÓN ES PROPUESTA DE SALVACIÓN  

“Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.» Éste es el que anunció el profeta Isaías, diciendo: «Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."» Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados; y él los bautizaba en el Jordán.” °°° Mateo 3, 1-12

            Se trata de preparar el camino del Señor, de buscar los medios propicios para volver nuevamente hacia Dios, la solución más segura es la conversión personal. Se podría decir sin lugar a equivocarse que la “Conversión es la propuesta para la salvación” Bíblicamente existen dos personajes que nos permiten creer y seguir fielmente a Aquel que le cambió sustancialmente el rumbo a la historia. La misión de Juan el Bautista marcó un hito sagrado en la historia. Su misión fue esencialmente la de precursor.


TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
11 DE DICIEMBRE 2022
EL MESÍAS ES EL SALVADOR DEL MUNDO

“Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?» Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!» °°° Mateo 11, 2-11.  

            Nos podemos preguntar: ¿Quién es Jesús de Nazareth? ¿Quién es el Mesías? ¿Cuál es la identidad del Hijo de Dios? La Sagrada Escritura enseña que la Sabiduría se acredita por sus obras.  Jesucristo por su ser y por su obrar, permite que el mundo sepa que Él es el mesías, el enviado de Dios? No hay lugar a confusión.

            El título de Mesías es el más destacado en Jesucristo. El Mesías llega para darnos la libertad, y una libertad que se vive y se manifiesta entre la santidad de vida de la persona y la justicia como virtud. Se bendice y se alaba a Dios porque en la persona de Cristo se cumplen todas las promesas, entre ellas la más importante, la Salvación


CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
18 DE DICIEMBRE 2022
LO DIVINO PERFECCIONA LO HUMANO
            “El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» °°° Mateo 1, 18-24.

            Lo normal es que lo divino perfeccione lo humano. Es y ha sido el discurrir histórico en la salvación que ofrece Dios a la humanidad. El Hijo de Dios recibe su nombre y por ende su misión por parte del Padre celestial. Eso indica que Jesús de Nazareth es verdaderamente el Hijo de Dios, es de orden divino y perfecciona a todo aquel que haga su voluntad. San José cumple una misión fenomenal, que es la de entrar en el misterio de Dios, uniéndose al nombre de Jesús como “Jeshua” que implica decir: Dios es salvación. El Maestro cumple perfectamente la misión de quien lo envió: “El salvará a su pueblo de sus pecados”.

¿QUÉ OPINA EL PAPA FRANCISCO SOBRE EL ADVIENTO?


El Adviento es el tiempo para hacer memoria de la cercanía de Dios, que ha descendido hasta nosotros
. Pero el profeta supera esto y le pide a Dios que se acerque más: «¡Ojalá rasgaras los cielos y descendieras!» (Isaías 63,19). Lo hemos pedido también en el Salmo: “Vuelve, visítanos, ven a salvarnos” (cfr. Salmo 79,15.3). “Dios mío, ven en mi auxilio” es a menudo el comienzo de nuestra oración: el primer paso de la fe es decirle al Señor que lo necesitamos, necesitamos su cercanía.

Es también el primer mensaje del Adviento y del Año Litúrgico, reconocer que Dios está cerca, y decirle: “¡Acércate más!”. Él quiere acercarse a nosotros, pero se ofrece, no se impone. Nos corresponde a nosotros decir sin cesar: “¡Ven!”. Nos corresponde a nosotros. Es la oración del Adviento: “¡Ven!”. El Adviento nos recuerda que Jesús vino a nosotros y volverá al final de los tiempos, pero nos preguntamos: ¿De qué sirven estas venidas si no viene hoy a nuestra vida? Invitémoslo.

San Agustín decía: «Timeo Iesum transeuntem» (Sermones, 88,14,13), “Tengo miedo de que Jesús pase y no me dé cuenta”. Atraídos por nuestros intereses y distraídos por tantas vanidades, corremos el riesgo de perder lo esencial. Por eso hoy el Señor repite «a todos: ¡estén vigilantes!» (Marcos 13,37).

Pero, si debemos vigilar, esto quiere decir que es de noche. Sí, ahora no vivimos en el día, sino en la espera del día, en medio de la oscuridad y los trabajos. Llegará el día cuando estemos con el Señor. Vendrá, no nos desanimemos. Pasará la noche, aparecerá el Señor; Él, que murió en la cruz por nosotros, nos juzgará. Estar vigilantes es esperar esto, es no dejarse llevar por el desánimo, es vivir en la esperanza. (cfr. Homilía, 29 de noviembre, 2020).