16 de noviembre de 2024

TODO PASA Y TERMINA, MENOS LA PALABRA DE DIOS Evangelio domingo 17 de noviembre 2024


TODO PASA Y TERMINA, MENOS LA PALABRA DE DIOS.
Evangelio domingo 17 de noviembre 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
“Jesús dijo a sus discípulos: «Pasado el sufrimiento de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna no dará resplandor; las estrellas caerán del cielo y las fuerzas celestiales se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre entre nubes con gran poder y gloria;él enviará entonces a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra al extremo del cielo. Fíjense en el ejemplo de la higuera: cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. Pues lo mismo ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el Hijo del hombre ya está cerca, a la puerta. Les aseguro que no pasará esta generación sin que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” Marcos 13, 24-32
 
            Los signos apocalípticos hacen parte del mensaje de salvación que viene de Dios. El apóstol san Juan utiliza símbolos para que captemos en qué consiste la revelación de Dios. Por ejemplo: el cielo, la tierra, el bien, el mal, un pergamino con siete sellos es el proyecto de Dios sobre la historia y la humanidad. También Juan, nos explica los colores planteando en qué consiste el bien y el mal.
 
Por ejemplo: el blanco significa la trascendencia y la victoria de Dios. El dorado, nos ubica en el misterio de Dios. El rojo, el demonio y la violencia. El verde, la fragilidad. El cosmos, la tierra, los colores, los números, nos hablan de la realidad de Dios. Todo puede pasar en este mundo. Queda la Palabra de Dios.
 
            Jesucristo nos pide el discernimiento. Que nadie nos engañe con el momento final. La oración es la mejor herramienta para fortalecer y santificar el alma. La escatología nos permite leer e interpretar con equilibrio el mensaje profético de la salvación, del tiempo final. Los biblistas consideran que el 27 por ciento de la Escritura es profética. Muchas profecías ya se han cumplido.

Otras están en espera. Mientras viene el tiempo de su cumplimiento el sabio consejo es llevar una vida santa y agradable a los ojos de Dios. San Pablo recomienda: “No vivan para sí mismos, sino para agradar al que murió y resucitó” (cfr. II Corintios 5, 10-21).
 
            San Juan Pablo II nos enseña que, en Jesús, su Hijo encarnado, Dios ha dicho la palabra definitiva sobre el hombre y sobre la historia, y la Iglesia vuelve a proponerla siempre con nueva confianza, sabiendo que es la única palabra capaz de dar sentido pleno a la vida del hombre.
También Jesús fue un profeta ante los ojos de sus contemporáneos que, impresionados, reconocieron en él «un profeta poderoso en obras y palabras» (Lucas 24, 19). Con su vida, y sobre todo con su muerte y resurrección, se acreditó como el profeta por excelencia.” (cfr. Ángelus, 26 de enero, 1977).
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https://youtu.be/LDNUVRe78yY