25 de noviembre de 2024

SOLO CONFIAMOS PLENAMENTE EN DIOS Evangelio martes 26 de noviembre 2024


SOLO CONFIAMOS PLENAMENTE EN DIOS       
Evangelio martes 26 de noviembre 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas. Entonces Jesús dijo: «De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido».            Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿Cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?». Jesús respondió: «Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: “Soy yo”, y también: “El tiempo está cerca”. No los sigan.
            Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin» Lucas 21, 5-11.
 
            Ante la elocuente y sabia frase del Hijo de Dios: “No quedará piedra sobre piedra”. Nuestra respuesta para llevar nuestra vida en plenitud hasta el último momento, la buena recomendación es la virtud de la “Esperanza”. Tiene la razón el Maestro de Nazareth en darnos una clave inteligente para no caer en la tentación, que los asuntos terrenales, las posesiones, los poderes, el dinero, darán la plena felicidad.
 
No es así; la Escritura advierte que debemos estar atentos a la vanidad de los esfuerzos humanos. “Todo tiene su tiempo, todo tiene su lugar, todo comienza, todo termina. Lo que es ya fue, lo que será es ya y Dios vuelve a traer lo que pasó” (Qohélet 3, 1-15). 
 
            El Hijo de Dios nos recomienda la virtud de la Esperanza, para no caer en la tentación de los catastróficos momentos en que el ser humano pretende proponer el fin del mundo. El Maestro propone: «Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: “Soy yo”, y también: “El tiempo está cerca”. No los sigan. (Lucas 21, 8) El doctor angélico en nuestra Iglesia Católica, define la esperanza: como la virtud que se apoya en la omnipotencia de Dios, nos permite confiar más en Dios y alcanzar la bienaventuranza.
 
            La razón de ser de la virtud de la esperanza es la vida futura sosteniendo el justo equilibrio en la vida presente. El profeta tuvo razón cuando educó al pueblo de Israel diciendo: “Bendito quien confía en Dios y pone su esperanza en él. Parece un árbol plantado a la orilla del agua, alarga sus raíces hacia la corriente, no tiene miedo de que llegue el calor, su follaje se mantiene verde” (Jeremías 17, 8).
 
            El Papa Benedicto XVI nos propone pensar en la virtud de la esperanza como aquella que nos permite confiar plenamente en la salvación que viene de Dios. Afirma el santo Padre: “en esperanza fuimos salvados, dice san Pablo a los Romanos y también a nosotros (Romanos 8, 24). 

Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente” (Encíclica, Spe Salvi, 1)
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https://youtu.be/91WV3SUZKCI