LA ETERNIDAD ES DIFERENTE A LA VIDA TERRENAL Evangelio sábado 23 de noviembre 2024

LA ETERNIDAD ES DIFERENTE A LA VIDA TERRENAL    

Evangelio sábado 23 de noviembre 2024

Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué

“Se acercaron a Jesús algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le dijeron: “Maestro, Moisés nos ha ordenado: «Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda». Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero.
 
Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?”
            Jesús les respondió: “En este mundo los hombres y las mujeres se casan, pero los que son juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección no se casan. Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.” °°° Lucas 20, 27-40.
 
            En materia de fe es bueno no colocar en el mismo nivel, la vida que una persona lleva en esta tierra y la vida eterna que se desprende de la terrenal.  Hablar de manera comparativa no todas las veces funciona bien. El Hijo de Dios nos enseña que la vida eterna es bastante diferente a la vida terrenal. Quienes pasan a la vida eterna son como ángeles, son hijos de la resurrección. El tema de la resurrección ya estaba propuesto en la historia de la salvación. Moisés habla de un Dios de los vivos. Moisés presenta el plan de Dios al pueblo judío. (Éxodo 3, 1-15).
 
            La ley del levirato no es la respuesta correcta a lo que Dios propone a la humanidad que es la eternidad.  Dicha ley del Levirato “Levir” en lengua latina significa hermano del marido. El matrimonio con el hermano del marido. (cfr. Deuteronomio 25, 5-10). El Levirato contradice las prohibiciones bíblicas según el libro del Levítico. “Relaciones incestuosas con la cuñada” (Levítico 18, 16).
 
Queda claro que la vida futura de cada creyente no es continuidad de esta vida terrenal. El Hijo de Dios superó la muerte con la resurrección. Abrió el espacio para la eternidad. La muerte no es el tema fundamental, es la vida eterna.
 
            Nuestro Catecismo nos enseña que la Resurrección de Cristo es cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento (cfr. Lucas 24, 26-27. 44-48) y del mismo Jesús durante su vida terrenal (cfr. Mateo 28, 6). la Resurrección de Cristo - y el propio Cristo resucitado - es principio y fuente de nuestra resurrección futura: 

"Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron ... del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo" (1 Corintios 15, 20-22). (cfr. Catecismo numerales 652-655).
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https://youtu.be/bj2CBDFGVcM