NUNCA HAY QUE PERDER LA
PERSEVERANCIA Evangelio miércoles 27 de
noviembre 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús hablaba a
sus discípulos acerca de su venida: Se levantará nación contra nación y reino
contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se
verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. Pero antes de todo eso, los
detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán
encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y
esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán
preparar su defensa, porque Yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría
que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.” °°° Lucas 21,
12-19.
Teniendo
como soporte la virtud de la esperanza, aprendemos a vivir nuestra fe y el
cristianismo en medio de la persecución, el odio, la envidia. Parece imprudente
decirlo, pero sucedió y sigue sucediendo así. El Maestro de Nazareth advierte
que todos aquellos que deseen seguirlo deben estar preparados ante la
persecución. (Lucas 21, 12).
La Iglesia será
perseguida desde su fundación. Han transcurrido 21 siglos y la crítica
destructiva contra aquellos que anuncian el Reino de Dios, sigue vigente.
Existe una noble esperanza: El Hijo de Dios, promete a todos aquellos que lo
sigan, una sabiduría que ninguno de los adversarios podrá resistir ni
contradecir. (Lucas 21, 15).
La
clave para ser misionero, para vivir la fe, para comunicar el mensaje de
salvación, está en no permitir que la dureza del corazón de muchas personas
impida cumplir la misión. La clave nos la regala el Maestro: “Manténganse
firmes y se salvarán” (Lucas 21, 19). La
teología moral en nuestra Iglesia recomienda la “Perseverancia”. Quien es
perseverante se supera día a día. Se mueve bien en los diferentes aspectos que
se presenten, se propone un objetivo y lo cumple.
La
Escritura nos recomienda: “No pierdan la perseverancia. Sean constantes en
hacer la voluntad de Dios para que alcancen su promesa. El justo vivirá por
la fe.” (Hechos 10, 36-39). “Manténganse alerta y perseveren en la oración”
(Efesios 6, 18). “Pongan el máximo
empeño en incrementar su fe con la firmeza, la firmeza con el conocimiento, el
conocimiento con el dominio de los instintos, el dominio de los instintos
con la constancia, la constancia con la piedad, la piedad con el amor fraterno
y el amor fraterno con la caridad.
Pues si tienen
todas estas virtudes en forma eminente, no serán inútiles ni estériles, sino
que más bien alcanzarán el conocimiento de Cristo Jesús, nuestro Señor. (2
Pedro 1, 5-8).
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https://youtu.be/t06k1R-pT9o