30 de noviembre de 2024

DEBEMOS DISCERNIR LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS Evangelio domingo 1 de diciembre 2024


DEBEMOS DISCERNIR LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS           
Evangelio domingo 1 de diciembre 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“«Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de la gente, trastornada por el estruendo del mar y de las olas. Los hombres se quedarán sin aliento por el terror y la ansiedad ante las cosas que se abatirán sobre el mundo, porque las fuerzas de los cielos se tambalearán.
 
Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca la liberación.»
            «Cuidado que no se emboten sus corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida y venga aquel día de improviso sobre ustedes, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estén en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengan fuerza, logren escapar y puedan mantenerse en pie delante del Hijo del hombre.» Lucas 21, 25-28. 34-36.
 
            Cómo hablar, cómo discernir sobre los signos de los tiempos. Existe algo inquietante que los hermeneutas bíblicos llaman “Discurso escatológico”. Se trata sobre aquello que va a suceder al final de los tiempos, el fin del mundo, la venida del Reino de Dios. Es un tema que se vuelve complicado si no lo reflexionamos con base estrictamente en la Palabra de Dios.
 
 Por ejemplo: Escatología tiene que ver con la esperanza cristiana. Oramos por la venida del Reino de Dios, que en lenguaje bíblico es un Ya pero Todavía no. Vivimos nuestra fe, esperando calmadamente el Reino prometido por Dios en su segunda venida.
 
            El apóstol san Pablo nos recomienda la siguiente actitud: “No se dejen impresionar, ni alarmar por supuestas revelaciones, palabras o cartas que los introduzcan a pensar que el día del Señor es inminente.” (2 Tesalonicenses 2, 2). Nadie sabe cómo será el mundo nuevo, eso solo lo sabe Dios. El apóstol Juan nos pone a pensar en la Jerusalén celeste, es como la ciudad de la luz y de la vida.
 
Dice el apóstol: “Enjugará las lágrimas de nuestros ojos, no habrá más muerte, ni luto, ni llanto, ni pena, porque el primer mundo ha desaparecido” (Apocalipsis 21, 4). El Hijo de Dios antes de ascender al cielo, recomendó a sus seguidores: “Nos les corresponde a ustedes, saber el tiempo y las circunstancias que el Padre ha fijado con su autoridad, pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo para que sean mis testigos. (Hechos 1, 7-8).
 
            El Hijo de Dios nos propone pensar en las siguientes señales: Primera señal: los falsos Mesías que dirán: “¡Soy yo! ¡El tiempo está cerca!” (Lucas 21, 8); Segunda señal: guerras y rumores de guerra (Lucas 21, 9); Tercera señal: una nación se alzará contra otra (Lucas 21, 10); 

Cuarta señal: hambre, peste y terremotos por todas partes (Lucas 21, 11); Quinta señal: persecuciones contra aquéllos que anuncian la palabra de Dios (Lucas 21, 12-19); Sexta señal: asedio y destrucción de Jerusalén (Lucas 21, 20-24).
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ     
https://youtu.be/0Wx1NJRGV-Y